¿Cómo ocupar asientos en juntas directivas?
Uno de los mayores desafíos que hoy tiene el mundo empresarial, aunque no es nuevo, es constituir juntas más diversas en todo sentido. No solo se trata de una diversidad de género. También, racial, generacional, étnica, entre otras.
Hace parte de los factores DEI, diversidad, equidad e inclusión, que están incidiendo en mejores oportunidades para las organizaciones, por cuenta no solo de mejores rendimientos, sino además de cómo se ven ante los inversionistas, que cada vez se sintonizan más con panoramas que inciden en la sostenibilidad, y DEI es uno de tantos.
En efecto, hallazgos de estudios recientes de la consultora Mckinsey, que evaluó a más de 1.200 organizaciones de más de 20 países en seis regiones del planeta, dan cuenta de una correlación entre un impacto más integral; es decir, de más y mejor articulación de las áreas de las organizaciones, y el cuerpo de la gobernanza: sus juntas. Un escenario holístico hace mucho más asequibles los objetivos de la organizaciones y, muy particularmente en esta investigación de la consultora, frente a asuntos asociados a la vinculación con las comunidades, la fuerza laboral y el medioambiente.
A mayor diversidad en juntas hay mayores prácticas inclusivas, que hacen más sensible la posibilidad que muchos más colaboradores tengan éxito, concluye. Por tanto, DEI en el centro de la gobernanza es una palanca de evolución para la empresa.
¿Cómo hacer, entonces, un camino que, además de una formación de excelencia en Gobierno Corporativo, y en liderazgo de grupos que históricamente han tenido menos representación en juntas directivas, pueda habilitar talentos para llegar a los órganos de gobierno?
6 pasos imprescindibles para llegar a una junta
Llegar a junta es una gran oportunidad de crecimiento tanto profesional como personal, dado que es un escenario de “navegación” en múltiples procesos de gobernanza y de estilos de liderazgo.
Mckinsey resalta por lo menos 6 claves que podrían favorecer la llegada a juntas directivas: comprender el papel de la junta directiva y sus objetivos, aumentar la visibilidad, investigar la empresa y su industria, sacar el máximo provecho de la entrevista, elegir la junta directiva adecuada y encontrar un lugar en la junta como miembro.
Comprender el papel de la junta y sus objetivos
Formar parte de una junta es hipotecar una considerable cantidad de tiempo. Esta variable no es un asunto menor, y se debe decidir el tiempo a dedicar a la junta y cuál a la actividad principal sin restarle valor a esta. El impacto en la agenda tanto personal como familiar requiere una sincronizada coordinación de calendario. Hacer parte de un junta en el sector privado o del sector público, por ejemplo, no es lo mismo. En el sector público las normas de gobernanza, dice Mckinsey, son más estrictas. Un listado de las empresas que se alineen con las habilidades, intereses y propósitos que se poseen son una buena alternativa. Hay que preguntar lo que es significativo en términos de industria, tamaño y etapa de crecimiento.
Hacerse visible
El reclutamiento para una junta directiva se basa en relaciones. En a quién conoce, quién la o lo conoce. Y esto es especialmente importante para hacer más diversas las juntas.
Hablando de la presencia -por ejemplo- de más mujeres en juntas, Alexander Guzmán Vásquez, codirector del Centro de Estudios en Gobierno Corporativo, el mayor referente académico del país en la materia, afirma que “profesionalizar las juntas directivas es un deber, pero las oportunidades que hay para las mujeres no se dan de manera espontánea. Hay que allanar el camino. Tiene que haber networking entre las mujeres, porque al final son ellas las que consiguen oportunidades para las otras mujeres”.
Es un asunto de networking en donde se puede mejorar el perfil a través de la participación en conferencias que hace la industria o conexiones a través de las redes sociales, capitalizando el hoy persistente entorno digital.
Diana Naranjo, docente en la maestría en Dirección de Marketing del CESA, asegura que los medios digitales y las redes sociales son grandes herramientas para darle visibilidad a la marca personal; “ayuda a construir credibilidad, prestigio, reputación, y a traer nuevas oportunidades laborales y de negocios”, explica.
Investigar la empresa e industria
Investigar las operaciones, los desafíos y las oportunidades de la organización leyendo noticias e informes de analistas y hablando con personas que conocen bien la empresa, incluidos miembros de la junta directiva y altos directivos, es un imprescindible. Esta investigación debe ser complementada con ideas de auditores o consultores confiables. Es clave indagar sobre los directores y altos ejecutivos actuales. Todo este proceso le ayuda al o a la aspirante a entender dónde engrana mejor al empresa en su sector. Se comprenden así mucho más las dinámicas y, por ende, las oportunidades a las que puede apostar la organización.
Hacer de la entrevista una comunicación de doble vía
De lo que se trata es de hacer de la entrevista una comunicación bidireccional
Cuando se tiene la aspiración de ocupar un asiento en una junta directiva, no solo se trata de presentar qué tan cualificado se está para conformarla, sino también de evaluar si la junta es la adecuada para estar. Esto supone hacer preguntas sobre la junta, sus dinámicas, sus particularidades: ¿cuál es la visión de largo plazo que tiene? ¿cómo es el proceso de toma de decisiones?; ¿cómo, su estilo de comunicación?
El preguntar configura justamente ese entorno bidireccional que da como resultado, para la persona aspirante a junta, la posibilidad de mostrar su agudeza frente a las distintas situaciones de la organización, lo que es una oportunidad de oro para demostrar capacidades para contribuir eficazmente.
La curiosidad intelectual, la voluntad de dedicar tiempo al conocimiento de la empresa, su industria y las dinámicas para una y otra; la comprensión del rol que permita asesorar y supervisar (en vez de resolver); y una integridad cercana a construir en conjunto, son atributos claves que buscan los reclutadores de miembros para juntas. En conclusión, el secreto está en guiarse -dice la consultora- bajo el principio de preguntar, no decir.
Elegir la junta adecuada
Es importante conocer varios de los rasgos de la empresa en el nivel directivo. No solo, por ejemplo, revisar entrevistas o presentaciones del CEO. También, informes de evaluación de la junta, en caso de estar disponibles. Expertos -citados por Mckinsey- coinciden que debe existir dicha posibilidad, que brinda un enfoque de transparencia y grados de esta. Aunque considerado en ocasiones un recurso “infrautilizado”, el diálogo con auditores es una gran oportunidad para saber si determinada junta es o no la adecuada. No sentir una aproximación a dicho contexto es una señal que sugiere que quizás no se encaje en dicha junta directiva.
Hallar el lugar adecuado en la junta
Una tarea imprescindible es tener la posibilidad de reunirse con los demás miembros de junta antes de empezar a ejercer oficialmente en ella. Este relacionamiento, que ayuda a conocer puntos de vista, es caldo de cultivo para evitar conflictos -no diferencias (lo que es sano y enriquecedor)- en el futuro.
Invertir en este conocimiento, que debe extrapolarse al equipo directivo, así como a colaboradores clave, con interacciones tanto formales como informales, ayuda a conocer mejor la empresa y sus talentos.
Participar desde el primer día es esencial, y mucho más si se hace bajo la lógica de transitar por lo que se denomina “callejones de poder”: áreas en las que se tiene una experiencia profunda. Esta es oportunidad inmejorable de contribuciones valiosas en el comité de junta, y el punto de partida es conocer la agenda e identificar las dimensiones donde se puede aportar con ideas e iniciativas.