Exención del 4×1000: ¿alivio fiscal o un anzuelo financiero?

Con la noticia de que habrá exención del cacareado impuesto del 4×1000, independiente del número de cuentas que se posean, y lo que cuenta es más bien el tope total que se mueva en un mes, bien vale la pena hacer un par de consideraciones en torno al tema.

Hay por lo menos dos aspectos a observar para entender los alcances de la medida. Primero, su recaudo es fácil, hecho que no es un asunto menor cuando hay claras necesidades de solventar programas económicos y sociales del gobierno. Y segundo, el hecho de que la medida de exención aplique al margen del número de cuentas, podría ejercer un efecto de seducción para acercar a muchos al sistema financiero, lo cual es positivo en la medida que, como deja rastro, puede incidir en el factor de transparencia sobre la que ponen la lupa los entes reguladores.

Un recaudo que se acerca a un punto del PIB nacional

El impuesto del 4×1000 ha sido importante en términos de recaudo. Se dice siempre que es un impuesto muy difícil de sustituir porque es relativamente fácil de cobrar; luego gracias a eso se ha mantenido en el tiempo, a pesar de que empezó como algo temporal hace más de 20 años.

Hoy en día recauda alrededor de 12 billones de pesos, cifra importante si se tiene en cuenta que un punto del PIB colombiano ronda los 14 billones de pesos. En este sentido, cualquier iniciativa que intente disminuir este impuesto puede generar algún trauma en términos del recaudo.

La normatividad financiera exigía marcar una cuenta de exoneración. De tal suerte que al tener más de una, esta no aplicaba.

Ahora la medida aplica incluso en este escenario o con más cuentas, en tanto el monto mensual de transacciones bancarias no supere los $13.3 millones de pesos.

¿Seducirá la inclusión?

Por ese tope, no son propiamente los ciudadanos del común los que manejan al mes un monto de esta naturaleza. ¿Qué sentido tiene entonces una exoneración que, en todo caso ya estaba en marcha, más ahora cuando desde una sola cuenta los ciudadanos han aprendido a gestionar y compartimentar sus finanzas con los llamados bolsillos virtuales? Aún es incierto entonces qué tanto pueda incidir la medida en una mayor inclusión financiera, pues la gran novedad es la exención del impuesto para todas las cuentas, con la salvedad ya mencionada.

A ello hay que sumar el peso que están teniendo las Fintech, y que con Nequi tiene a uno de sus jugadores más populares, por lo menos en Colombia.

Como ya ha sido anunciado por las autoridades tributarias, la aplicabilidad de la medida no será automática sino gradual, para que en el sistema bancario se defina su implementación. Este hecho estará supeditado a la tabulación de información de las entidades y evaluación de si algunos se pasan las líneas rojas de monto entre todas las cuentas que se tengan. Amanecerá y veremos.

Con información de Enrique Gilles, docente CESA.

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