Ellos están aquí: filósofos corporativos que te enseñan a tener visión estratégica

Ellos están aquí: filósofos corporativos que te enseñan a tener visión estratégica

today 29 Jul 2025

Filósofos y los humanistas, desde hace rato en el mundo corporativo.

Cuando se pregunta por la utilidad de la filosofía y las humanidades para la actividad empresarial, la respuesta es tan larga como corta: nos dispone a pensar diferente para resolver nuestros problemas más comunes y cotidianos.

Esto es lo que nos muestran diversos casos de los que quiero hablar hoy.

El primero que me interesa, muy cercano, es Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda y expresidente de Ecopetrol. Echeverry es conocido por ser uno de los mejores economistas de Colombia pero, en su recorrido académico, se encuentra una maestría en filosofía de la Universidad Complutense. En una entrevista en Atemporal, Echeverry cuenta que la filosofía se volvió fundamental para su reflexión sobre la economía y para trascender el mero entendimiento técnico. Para su paso por Ecopetrol (2015-2017), durante varios de los años más difíciles de la empresa, la filosofía le dio las herramientas para abordar los retos morales y humanos que tiene la organización más grande del país.

Atender a lo posible

El segundo caso que me interesa es el de Pieter Thiel. Thiel no se graduó de filosofía, sí, pero siempre ha resaltado cómo hizo parte de lo que estudió en Stanford. Thiel es famoso por ser inversionista en varias de las compañías tecnológicas de este siglo que más han crecido, como Facebook, Palantir o PayPal (la que cofundó), pero también la hoy competencia de PayPal: Stripe, en la cual Thiel creyó desde que los hermanos Collison presentaron una idea que rechazó la junta de PayPal.

Cuando se lee la trayectoria de inversión de Thiel, así como su visión de inversión, se entienden dos cosas. Primero, Thiel es una persona que mira diferente. No se limita a los hechos, a lo que algo ya es, sino que observa la potencialidad de la realidad. Esta es una mirada que la filosofía ayuda a cultivar: atender a lo posible. Para ello, sirve lo segundo que Thiel cultiva excepcionalmente: el pensamiento de primeros principios, popularizado por su socio Elon Musk, pero que no es más que lo que Aristóteles llamaba ya “sabiduría”.

¿Por qué algo es como es? ¿Por qué pensamos como pensamos? Esas son preguntas que se responden aludiendo a los primeros principios. Por supuesto, esto es difícil de lograr. Implica renunciar al inmediatismo y al sentido común, para aprender a pensar abstracta y conceptualmente. Solo con primeros principios podemos ver por qué algo es o no posible, y entonces hacer apuestas más acertadas sobre la realidad.

Con principios se puede predecir

La mejor forma de prepararse para el futuro no es conocerlo. Al final, toda conjetura es una inducción sofisticada: por lo que creemos sobre el pasado, pensamos sobre el futuro. Cuando pensamos en primeros principios no tenemos que adivinar.

Eso es lo que, para seguir con un tercer caso, ha hecho Reid Hoffman, filósofo de Oxford, humanista y fundador de LinkedIn. Hoffman fue un pionero de las redes sociales, mucho antes de LinkedIn. Predijo su auge con primeros principios.

En 1997, Hoffman creó SocialNet.Com, una red social para conocer personas. Lo que Hoffman estaba entendiendo, desde su formación humanista, era el tipo de conexiones significativas que buscan establecer las personas y que el gran potencial de Internet era facilitarlas y propiciarlas. Más que una conexión entre computadores, como se había creado originalmente en las universidades y laboratorios de Estados Unidos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, la Internet tenía potencial por ser una conexión entre personas. Hoy esto nos parece obvio, pero no lo era en los 90. Era un cambio de paradigma que privilegiaba lo humano sobre lo computacional.

Y esa es una de las lecciones de la filosofía: aprender a ver los fenómenos humanos que subyacen a la tecnología. El gran reto hoy con la Inteligencia Artificial no está en aprender a usarla técnicamente, sino en saber cómo se transforma el ser humano a través de dicha tecnología. Eso es lo que debe pensar un líder con visión estratégica: no solo lo técnico, sino el componente antropológico y social de los sistemas de inteligencia artificial. Eso es parte de lo que enseñaremos en nuestro bootcamp de Herramientas filosóficas para estrategas e innovadores, el 12 y el 13 de septiembre, en el que tendremos profesores filósofos que hoy trabajan en inteligencia artificial en Colombia.

Cómo entender lo que significan las cosas para la gente ayuda a los negocios

No puedo terminar este artículo sin mencionar al filósofo corporativo que, en mi opinión, mejor ha entendido la importancia de resaltar los fenómenos humanos y sociales que subyacen a la tecnología, los productos y las compañías. Se trata de Christian Madsbjerg, filósofo danés que cofundó ReD Associates, una compañía de consultoría en estrategia basada en las ciencias sociales y humanas que ha asesorado a empresas como Lego, Samsung o Coca Cola con una premisa: observar el fenómeno humano al que responden.

Aunque el caso más icónico de Madsbjerg es el de Lego, me interesa cómo ayudaron a potenciar los carros Lincoln, la marca de lujo de Ford. Cuando Ford buscaba llevar el estándar americano a todo el mundo, Madsbjerg y su equipo cuestionaron esta intención y le propusieron a Ford entender qué significaba el lujo en cada cultura, en especial en las llamadas economías emergentes.

En China, por ejemplo, lujo era tener una cafetera o un conductor, por la historia cultural del país. Con esta visión antropológica y etnográfica, Madsbjerg logró que Ford dejara de centrarse tanto en los aspectos técnicos típicos de los vehículos -motor, velocidad, etc.- para privilegiar los elementos culturales, simbólicos y estéticos que conectaban con la visión del lujo en cada sociedad a la que Ford buscaba llegar con los carros Lincoln.

Para pensar diferente, los estrategas e innovadores necesiten siempre de una orientación filosófica para abordar sus problemas. Todo ejercicio de liderazgo está obligado a una necesidad de reflexión permanente que la filosofía puede acompañar con las preguntas adecuadas, igual que lo hacía Sócrates en las calles de la antigua Atenas. No tienen que ser filósofos en sentido pleno, pero sí están llamados a cultivar una sensibilidad y una competencia filosófica.

Para eso tendremos el próximo bootcamp de Herramientas filosóficas para estrategas e innovadores, el 12 y 13 de septiembre.

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