Liderazgo viral

Liderazgo viral

today 09 Mar 2025

No se trata de cargos, sino de influencia. Un líder en modo beta muta, aprende y transforma su entorno al contagiar ideas y desafiar paradigmas.

Un liderazgo transformacional, tan importante como aquel que es estratégico que logra los resultados; pero que está siempre en modo beta, dispuesto a arriesgar y a fallar para estar en mejora continua, son los componentes del llamado liderazgo viral.

Se trata de un liderazgo que más que tener en cuenta la posición por una reconocida capacidad de gestión, tiene en cuenta la habilidad para contagiar ideas y conceptos, y propiciar transformaciones a partir de los mismos.

"El éxito de las empresa depende del comportamiento y del liderazgo de las personas", dice Esteban Morín, director de Talentos Latam, firma que trabaja en los aspectos de desarrollo de carrera frente a las realidades actuales, y quien ha profundizado sobre el tema.

El líder estratega y el líder antisistema

Cada vez resulta más evidente la realidad a la que hoy se enfrentan las personas dentro de sus organizaciones. El mundo ya se percibía desde hace un par de años como volátil, incierto, complejo y ambiguo. Pero con la explosión de la IA, es además no lineal y para muchos incomprensible. Esta tecnología emergente ha evidenciado la necesidad de cambios cada cierto tiempo. Por tanto, el rol del líder también debe ser distinto.

Las empresas requieren resultados. Quien asume el rol de liderazgo debe garantizarle la consecución de objetivos y metas a su organización. Un líder que sepa y logre tales resultados con su equipo está cumpliendo la labor para la que fue contratado.

“Los líderes deben ser como los virus: siempre en modo Beta para mutar y adaptarse”.

Sin embargo, existe otro tipo de liderazgo que va más allá de ocupar la máxima jerarquía. Se trata de aquellos líderes que, aunque no están tras bambalinas de los balances y de eficientes y eficaces resultados, son lo que los impulsan y, más aún, propician las transformaciones.

En concepto de Morín, esta figura del liderazgo está asociada a las actitudes con las cuales se asume el día a día en la organización. Y si bien todos los miembros hacen parte de un mismo sistema, el líder transformacional está permanentemente en contravía de los paradigmas que ha configurado el mismo sistema, incluso exitoso, como punto de partida para los cambios.

Son esos comportamientos, la actitud, la voluntad, las maneras como se encara cada reto, los que marcan el protagonismo de cada quien dentro de las organizaciones, pues suelen ser facilitadores en cada contexto, contagian y se dejan contagiar.

En palabras de Morín, “los líderes de hoy no están puestos en el lugar del liderazgo. Más bien, se perciben por cómo es que generan valor con lo que hacen a cada momento. Por tanto, el liderazgo viral no tiene que ver con el rol de liderazgo en el sentido estricto, sino en cómo incido en las transformaciones”.

Esto es particularmente cierto por la urgencia de cambio. Todo va muy rápido y el cambio es la constante. "Si nos volvemos muy buenos haciendo lo que ayer se valoraba, a medida que el mundo sigue evolucionando, no somos plenamente conscientes de ese cambio", dijo en una oportunidad el empresario y fundador de Panera Bread Ron Shaich, autor del libro Know What Matters: Lessons from a Lifetime of Transformations. En consecuencia, las mutaciones de los líderes deben estar a la orden del día.

Líderes: capaces de mutar como los virus para adaptarse

Una encuesta reveló que el 81 % de los jóvenes colombianos se identifica hoy con un liderazgo que desarrolle habilidades dentro del equipo.

Bajo este premisa, una posición de liderazgo implica cómo se visualiza a un equipo transformando una realidad, pues permite descifrar las maneras en las que se puede habilitar a sus miembros para que desarrollen su máximo potencial y aprovecharlo en pro de la organización.

Según Morín, se es buen líder cuando la influencia ha hecho que el resto del equipo haga las cosas bien sin estar allí para que ocurra. No obstante, el líder debe haber abordado tres dimensiones de manera profunda para llegar a ese punto de influencia.

Una dimensión cognitiva, que da cuenta de lo que debe saber; intrapersonal, qué refleja lo que sabe de sí mismo; y una interpersonal, que es la que le permite el vínculo con los demás. Es el conocimiento profundo en estas dimensiones lo que le permite al líder conectarse emocionalmente con su equipo para la influencia.

El autoconocimiento resulta esencial, pues “me dice cuánto hago conexión conmigo, con lo que quiero ser y con mi propósito. Cuando uno se conecta con sí mismo, todo es mucho más facil”, explica Morín.

“Soy líder cuando mi equipo me responde si necesito algo, pero no tuve que estar allí”.

En un liderazgo transformacional, afirma Morín, el líder debe estar en modo beta. Esto significa ser cómplice del ensayo y del error, porque hay un bien superior que es la mejora continua. También implica “perdonarse y aceptar las falencias que uno tiene, propias del aprendizaje. En otras palabras, para aprender, sí o sí, se necesita fallar. En este sentido, “los líderes deben ser como los virus: siempre en modo beta para mutar y adaptarse”.

Los skills del líder viral

Flexibilidad

Entender cuánto me puedo salir del camino. Cuánto me puedo salir del molde y adaptarme al contexto sin resistencia ni incomodidad por ello.

Resiliencia

Recuperarnos de una situación extremadamente adversa para volver al estado original.

Creatividad

Tomar lo que está cerca, las herramientas que se tienen a la mano y adecuarlas al contexto.

Empatía

Cómo pongo a mi equipo en el primer lugar. Cómo pongo al consumidor en el primer lugar.

Transparencia

Ser transparente es mostrase también como lo que se es: vulnerable. Cuando se pone por delante la apertura, se logra que el equipo también la tenga sin reservas y se entregue en todos los sentidos.

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