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Abrazando la incertidumbre para alcanzar el éxito empresarial

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21 Sep 2018

Lo dijo en el siglo XVIII uno de los más reconocidos de la Ilustración, Voltaire: “La incertidumbre es una posición incómoda”. Pero aclaró de inmediato, “pero la certeza es una posición absurda”.

La aparente divergencia contenida en la misma frase, solo reflejaba cuán inquietante resulta la falta de certeza, pero al mismo tiempo el potencial peligro de lo que significa para los seres humanos estar en la engañosa zona de confort.

De allí que la incertidumbre, hoy ligada más que nunca a la economía y por ende al mundo empresarial, haga parte del análisis del día a día de cualquier directivo o gerente, sin distingo alguno del tamaño de la compañía o sector al que esta pertenezca.

Esta es la visión de los presidentes para Colombia de una aerolínea y de un grupo asegurador y de inversión, sobre cuáles son esos elementos a la hora de sortear la incertidumbre en sus compañías.

Fernando Poitevin, con más de una década en Latam, es consciente de la incertidumbre, máxime con la situación del sector Oil&Gas desde el cual se genera uno de los principales insumos para la actividad aeronáutica.

Desde el 2012, los ingresos en el sector tuvieron una caída de cerca del 60 por ciento.

Poitevin sostiene que siempre hay que enfocarse en un tratamiento de las situaciones tanto en la dimensión del negocio, como en la personal.

Salir de la incertidumbre requiere, para el primero de los aspectos, volver a la esencia. Es decir, tener claro el norte. Auscultar nuevamente en la visión, los objetivos, el propósito de cada uno en la compañía, en la estrategia fijada para el largo plazo, pues es clave que la esencia no sea opacada por la coyuntura.

En ese sentido, Latam, que le apuesta al descanso, al entretenimiento y a la calidad en sus vuelos, está invirtiendo en la actualidad USD 50 millones al año en tecnología para mejorar la experiencia de viaje del pasajero.

Cortar las inversiones podría ser la solución fácil ante la incertidumbre. No obstante, enfocarse en el largo plazo ayuda a tener resistencia ante lo coyuntural y el corto plazo para obtener los resultados y objetivos proyectados.

En cuanto a la dimensión personal, el Presidente ejecutivo de Latam señala tres aspectos que los líderes o directivos deben tener en cuenta para enfrentar las crisis: la resiliencia, buscar el cambio permanente (proactividad latente) y la comunicación, este último, en su concepto, el más importante.

El factor resiliencia o capacidad de resistencia y adaptación a circunstancias complejas, se constituye en punto de partida para “decidir inteligentemente, pero sobre todo para visualizar aspectos positivos y oportunidades en medio de las calamidades”.

En segundo lugar, más que adaptarse al cambio, de lo que se trata es de buscarlo continuamente.

En efecto, estar permanentemente cuestionándose es estar ejerciendo acciones continuas para que esa “exitosa receta del pasado pueda seguir estando vigente en un futuro”, pues se le está apuntando al mejoramiento. Y en el ámbito directivo, redunda en poder tener la determinación para poder rehacer los equipos cuando resulta necesario, porque “uno tiene que asegurarse de tener los equipos adecuados para enfrentar estos momentos tan difíciles”.

Por último, la comunicación, entendida como la información en el momento oportuno y de forma transparente, es lo que le imprime la fuerza a la organización. “Si a la gente se le brinda transparencia y contenido, explicar el porqué de las cosas, lo que se logra es entendimiento, compromiso y unión en las corporaciones”.

Santiago García, Presidente de Old Mutual Colombia, señala que dado el carácter de la incertidumbre, en la que por definición resulta imposible pronosticar, hay que poner lo táctico por encima de lo estratégico.

Y una manera de hacerlo es apostarle a la descentralización: llevar el poder de decisión a la periferia y enfocar los recursos donde está la línea de fuego, que no es otra que el sitio donde se ubica la gente que está frente al cliente, pero que necesita empoderarse para poder tomar decisiones procedentes y al mismo tiempo rápidas.

Además de esa maniobra, que es estructural, varios autores señalan que en momentos de incertidumbre los recursos son una herramienta fundamental, pues ofrecen capacidad de maniobra.

García resalta en que hay que enfocarse en por lo menos en dos para tomar decisiones consistentes con lo incierto, así como en dos aspectos adicionales. Los recursos financieros y el capital humano; de un lado, y de otro, el foco sobre la atención y las emociones.

Frente al recurso financiero, es importante reducir el radio de acción y enfocarse en pocas cosas. Puntuales. “Tomar decisiones ágiles basadas en la liberación de recursos hacia lo prioritario en momentos de coyuntura”.

El talento humano debe propender por mantenerse alerta y, sobre todo, “integrar sistémicamente lo que está pasando”.

Agrega que hay que saber dónde se pone la atención, pues no se trata de irse a la táctica por la táctica, sino de hallarle sentido.

Y concluye que trabajar sobre el aspecto emocional no es un asunto menor, porque son momentos en los que se debe tener serenidad para decidir en un contexto que demanda rapidez. “Ejercicio, meditación son claves, y fundamentalmente mantener a la gente ocupada. Cuando la gente no está ocupada, en momentos de incertidumbre llena ese vacío con ansiedad y errores”, puntualiza.