Aprender a lo largo de la vida: un imperativo
19 Mar 2021
Los avances tecnológicos, las tendencias y varios otros fenómenos que ocurren cada vez con más frecuencia hacen que se produzcan entornos volátiles e inciertos, razón por la cual cada vez resulta más difícil tomar decisiones.
El escenario ya había sido descrito. Suele conocerse como VUCA. El mundo es volátil, incierto, complejo y ambiguo, por sus siglas en inglés. Solo mediante una adaptación y preparación constante es posible convertirlo en un mundo con visión, entendimiento, claridad y agilidad.
Y una manera de poder crear estas condiciones es a través del llamado ‘Longlife Learning’. Hoy, es el aprendizaje a lo largo de la vida el que brinda las herramientas para los retos futuros.
Así lo conceptúa la docente del CESA Ximena Santos Arias, máster en coaching gerencial y consultora en innovación, en un reciente artículo publicado en el periódico El Tiempo.
Un asunto de plasticidad cerebral
Es un asunto cerebral. Un cerebro que aprende a lo largo de la vida es un cerebro que se entrena para la creatividad. Y la razón de ello es que aprende a desaprender para volver aprender.
“Conocer a lo largo de la vida no es más que crearle al cerebro novedosos estímulos para generar nuevas capacidades. A lo largo de la vida, este está creando conexiones neuronales (sinapsis), matriz de la memoria y aprendizaje. Por tanto, un cerebro que se entrena de forma constante genera nuevas sinapsis o, lo que es igual, nuevos aprendizajes”, reseña el medio.
En un lenguaje aún más sencillo, el cerebro tiene más plasticidad, pues esas nuevas conexiones lo que hacen es ayudarle a encontrar caminos novedosos de hacer las cosas; es decir, salir de lo aprendido (la zonas de confort), y encontrar soluciones a problemas o desafíos, para lo cual invierte creatividad a través de nuevos aprendizajes.
Por tanto, hoy no es optativo, ni mucho menos para los encargados de la toma de decisiones, aprender a lo largo de la vida. Es un imperativo.
El artículo completo, AQUÍ.