Así es como el capital intelectual y social moldean el ‘venture capital’

El capital intelectual y social tiene un efecto positivo sobre la financiación de negocios en un país y, en particular, sobre la actividad de venture capital.

Así lo pone de presente un estudio realizado por un grupo de profesores, entre ellos el docente investigador del CESA Luis Berggrun Preciado, que se propuso a analizar y entender el impacto del capital intelectual y social en la financiación de las empresas.

Los investigadores identificaron que varias medidas de capital intelectual y social son determinantes de las decisiones de los inversores para inyectar capital a los negocios.

Una mirada a los tipos de capital

Para el estudio, sus autores usaron una muestra de la estadística nacional de los Índices de Desarrollo Humano (IDH) para 142 países, en 20 años: entre 1998 y 2018.

Los datos del estudio se extrajeron de diversas fuentes como: Thomson Eikon, Global Entrepreneurship Monitor, el Banco Mundial, Global Innovation Index, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), entre otros.

Las distintas modalidades de capital, como lo son el humano, el relacional, el social y el estructural se convierten en factor que impacta la manera como los inversores entienden las oportunidades para poner sus recursos.

Dentro del capital humano se destacan temas como la educación, la innovación, la investigación y el desarrollo. La divulgación y las alianzas estratégicas hacen parte del capital relacional; mientras que asuntos como la protección de la propiedad intelectual y de las patentes, por un lado, y la confianza por otro, hacen parte de los capitales estructural y social, respectivamente.

Después de dividir la muestra de países en desarrollo humano alto y bajo, con una línea promedio del IDH, los investigadores encontraron que las decisiones de financiamiento de los inversores en países con desarrollo humano bajo se basan en el capital humano.

La creatividad presente

Cuando se analizan los países de desarrollo humano alto, las decisiones de los inversionistas están ligadas a los distintos tipos de capital, el relacional, el estructural, el social y el humano, y para este último por el componente de creatividad.

En este sentido, los países con desarrollo humano bajo deben fortalecer el capital humano como la tasa de matriculación escolar, y acompañarla con capacitación empresarial temprana y el aumento de las inversiones en investigación y desarrollo.

Por supuesto, los países con desarrollo humano alto deben seguir fomentando alianzas estratégicas, proteger la propiedad intelectual y mantener o aumentar el nivel de confianza en el país.

Este estudio se perfila como una gran contribución sobre el peso de este tipo de capitales en la perspectiva de un país, pues es el primero que se hace en explorar la incidencia de sus variables para dichos efectos, y que ahora estará consignado en la literatura académica.

Bajo el título The role of intellectual and social capital in funding businesses: a cross-country análisis, el artículo será presentado en la Conferencia Mundial de Finanzas que se llevará a cabo en la Universidad de Agder (Kristiansand, Noruega), entre el 2 y el 4 de agosto próximos.

El estudios fue realizado por Luis Berggrun (CESA), Samuel Mongrut (Universidad Autónoma de Nuevo León (México) y Universidad del Pacífico (Perú), y Klender Cortez y Martha del Pilar Rodríguez-García, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Con información de Luis Berggrun

Docente investigador CESA