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Del emprendimiento con propósito social hacia la sostenibilidad

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14 Ene 2019

Por:  Marta Lucía Restrepo Torres

Profesora asociada. Directora de posgrados de marketing.

Son muchas las alternativas de emprendimiento que fascinan hoy en día a los Millennials, que buscan afanosamente romper los esquemas convencionales de trabajar y aportar a la sociedad.

El enfoque hacia el emprendimiento social es una alternativa interesante, que en estos vientos de renovación de las formas productivas en Colombia se constituye en una manera de pensar el trabajo generando bien social, especialmente en los modos de ser productivos, al participar y colaborar con pequeñas comunidades que son sensibles a la carencia de oportunidades y recursos, pero que a todas luces requieren de un respaldo técnico y metodológico que permita obtener resultados ciertos, desde el contexto económico y social (Correa Et al, 2013).  Propósito anterior que acompaña la filosofía de negocios de las empresas B, las cuales hace menos de una década se establecen en el contexto de profundos cambios en América Latina, y se conjugan con el afán de equilibrar la entrega de productos y servicios, generando un efectivo impacto social y ambiental. (BID, 2017)

Este enfoque empresarial es un llamado activo a las escuelas de negocios en función de su aporte social.  Es desde las universidades donde se puede ayudar dando desde “adentro”, porque allí se gesta el conocimiento y su práctica; desde la esencia de lo que hacen los administradores -en el caso del CESA- porque ellos saben observar el método para hacer empresa; desde la juventud de sus estudiantes porque su fuerza y energía, acompañados de su permanente capacidad creativa, permiten pensar lo impensado y dar el salto hacia la innovación social (BID ,2017).

  • Le recomendamos Arquitectura, mujer y sociedad. Teniendo claridad que “nada se puede hacer solos” y que por principio el emprendimiento social obliga a practicar la sostenibilidad, la cual significa una responsabilidad con los recursos tanto para adquirirlos, mantenerlos y administrarlos, como para desarrollarlos, en función de las generaciones presentes y futuras (WCED, Informe Brundtland, 1987), surge la propuesta del MoSS – Modelo Social Sostenible – desde la práctica social en el CESA.

Como bien se dice, es desde la práctica social donde se construye el MOSS, superando lo abstracto de la teoría:

Su escenario es la Casa de la Esperanza.  5.000 mts2.

Su lugar, Cajicá (Cundinamarca).

Su marco de impacto:  150 mujeres en condiciones de vulnerabilidad.

Sus gestores:  Un equipo multidisciplinario compuesto por expertos en gestión social, sostenibilidad, gerencia de proyectos, e ingeniería y arquitectura.

En este contexto, el emprendimiento social que se practica en el MoSS busca equilibrar, desde la problemática que aborda relacionada con condiciones de vulnerabilidad de las mujeres, los principios de sostenibilidad en el marco de lo social, arquitectónico, económico, psicológico, ambiental y filosófico.  Se integran entonces los recursos del sol, aire, tierra, agua y materiales del lugar, para crear un proyecto que integre el trabajo con la naturaleza, produciendo vegetales por ejemplo; o la optimización del agua lluvia para riego y usos que no requieren agua potable; o la organización de mercados de ropa de usado y producción de panes, tortas y pasteles; para garantizar que con la colaboración del trabajo de muchas manos se pueda llevar adelante una mejor calidad de vida, sostenible en el tiempo y en el marco de una infraestructura arquitectónica y social adecuadas.

El MoSS inspira emprendimiento social.  Sus primeros pasos han implicado romper los esquemas convencionales de dirección y producción.  Ha significado crear una red social y empresarial en el entorno y el lugar para poder llevar productos y servicios que faciliten continuar con la misión central dedicada a la protección de la mujer. Pero, ante todo, ha significado crear una red de voluntariado que se rija por normas de excelencia, productividad y orientación al logro, que permitan superar la dependencia “insostenible” de pedir dinero.  El enfoque entonces cambia el paradigma: “producir el dinero para el propósito social”.

Los estudiantes interesados en liderar la gerencia social del proyecto pueden escribir a marta.restrepo@cesa.edu.co, adjuntando su hoja de vida y motivación, antes del 24 de abril.