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El CESA inicia el proceso de medición de su huella de carbono

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04 Jun 2024

En el camino que recorre el CESA para cumplir su ruta de sostenibilidad, trazada el año pasado, la institución acaba de dar un paso fundamental: inició el proceso de medición de su huella de carbono.

Este hecho, que constituye un hito, se da un mes después de que el CESA publicara el primer informe en su historia bajo estándares GRI, el más reconocido y aceptado modelo de reportes de sostenibilidad en el mundo.

Con esta medición, en esencia, el CESA busca hacer una evaluación sobre las acciones propias que impactan la producción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), para así poner en marcha proyectos que erradiquen, mitiguen o compensen esa generación de emisiones, y de otros que sensibilicen. En otras palabras, el CESA entra en la era de hacer gestiones para favorecer directamente la salud del planeta.

En este sentido, el pasado 31 de mayo, con Portafolio Verde, que acompaña el proceso, se realizó un recorrido a través de todas las sedes de la institución en el barrio La Merced para lograr una primera identificación de aquellos factores que impactan -y cómo- en esta huella, principalmente los del consumo energético. Y es que después de la deforestación, que está considerada como la primera causa de la producción de GEI, el consumo energético es el de mayor impacto, prevaleciente en el sector educativo. Por ello es clave esta medición para saber, con base en sus operaciones, qué puede reducir el CESA -que está sumando a la concentración de GEI-, hasta dónde puede llegar y fijarse metas.

La medición de la huella de carbono en el sector educativo se incrementó hace 15 años, luego de que varias universidades en el mundo asumieron complementar los esfuerzos en materia de sostenibilidad y que ya venían reflejando a través de sus reportes GRI.

En 2014 las universidades colombianas empezaron a tener más sensibilidad frente al tema, e incluso iniciaron reportes bajo otros indicadores conocidos en el ámbito de la Educación, uno de ellos el Green Metric (2010), el más conocido porque evalúa la sostenibilidad de los campus universitarios.

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Pero la medición de la huella de carbono de la universidad colombiana aún está en etapa de consolidación. Según el ingeniero químico Juan Camilo Ortiz, ejecutivo de Sostenibilidad Corporativa de Portafolio Verde, y quien estuvo en el recorrido, en el país hay cuatro instituciones que se acercan al rótulo de ser “carbononeutro”. Y hay algunas otras que, aunque no se acercan a dicha categoría, no sólo ya han empezado a cuantificar sus impactos sino que están siguiendo una hoja de ruta para alcanzar metas específicas trazadas. De allí la trascendencia de este hito pues es una de las primeras coordenadas de esa carta de navegación para la sostenibilidad en el CESA.

Mientras que en otras geografías, como ocurre en EE.UU., algunas universidades manejan indicadores de hasta 1.000 toneladas/año por estudiante, “instituciones que tienen el mismo perfil del CESA están alrededor de 100 toneladas de CO2 producido por estudiante”, explicó.

El plan de medición que acaba de iniciar en el CESA se prolongará en los próximos tres meses aproximadamente, y constará de una recolección de datos, tras la identificación de esas fuentes claves que los poseen. Luego, un equipo del CESA realizará la gestión que permita la medición de su huella con el acompañamiento de Portafolio Verde.

De las metodologías existentes para la medición de la huella de carbono, el CESA usará el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG, por sus siglas en inglés), la más utilizada por las universidades. GHG cuenta con tres alcances: emisiones directas, por electricidad, y las indirectas de las derivadas del antes y después de las operaciones del CESA. En específico, se refiere al factor movilidad; es decir, la huella producida como consecuencia de los desplazamientos de los colaboradores y estudiantes desde sus hogares hasta la institución, y viceversa.

Así las cosas, lo derivado por el consumo energético así como los modos de transporte en los que se movilizan estudiantes, profesores y administrativos del CESA (¿en qué tipo de vehículos?, ¿son propios?, ¿son del transporte público?) hacen parte de las cuestiones que suman a las emisiones reales, punto clave en este proceso de medición. A partir de allí se trazará la línea base, puerta de entrada a la elaboración de los planes correspondientes.