El CONPES y la hoja de ruta para la IA en Colombia que acompaña el CESA
Tras las explosión de la Inteligencia Artificial (IA) en los últimos dos años en el mundo, uno de los principales desafíos tiene que ver con la regulación y reglamentación sobre su uso.
Como suele ocurrir, las novedades o innovaciones que van apareciendo y empiezan a transformar la sociedad y sus relaciones, llevan la delantera frente a las legislaciones o la normatividad, y el efecto es aún mayor si de tecnologías se trata. Con la IA en particular, el asunto se vuelve más sensible no sólo por el contundente impacto que ha causado, sino también por las ventajas y oportunidades, y los riesgos y amenazas, que parecen mezclarse en la misma proporción en el horizonte futuro.
La academia debe estar presente en el debate
Por eso la importancia de entender las reglas de juego que pueden mediar su uso, así como lo que puede haber entrelíneas, y -desde luego- la letra menuda. Por eso, también, el CESA recibió en el día de ayer a representantes del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el organismo en Colombia que lidera el CONPES bajo el cual se le daría vida a una política nacional en torno a la adopción y uso de la IA. Un asunto medular si se tiene en cuenta los efectos que ha traído su uso en general, y en el sector educativo en particular, y para el cual ni el CESA -como academia- ni ninguna otra institución universitaria se pueden dar el lujo de pasar por alto.
Sólo por mencionar uno de estos indicadores asociados al tema, 4 de cada 10 estudiantes de todo el mundo usan la IA para hacer sus tareas, principalmente escribir, dice un estudio realizado en 2023 por Chegg, una empresa de tecnología educativa con sede en California (EE.UU.). Muchos temen que su uso interfiera en el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico.
Otro enfoque -contrario- es permitir su uso y aprovecharlo. Por ejemplo: usar ChatGPT para escribir un ensayo sobre un tema, y luego poner estos trabajos bajo el foco de análisis y discusión, un tipo de actividad que se está impulsando desde el Centro de apoyo DIGA, del CESA: los estudiantes usan la propuesta de ChatGPT para proponer una idea y argumentarla a través de un video. Así, el pensamiento crítico y el debate ocurren frente a las cámaras.
El CONPES, una carta de navegación coherente
Lo cierto es que hay consenso mundial en que la IA necesita regulación, pero al mismo tiempo es incierto de qué tipo y en qué medida. La radiografía hoy refleja que hay más de 40 países legislando para regular la IA, siendo la Unión Europea la geografía con la primera legislación integral del mundo.
En el vecindario sudamericano, Colombia -junto con Brasil y Uruguay- ha hecho la tarea en cuanto a la legislación de datos que, aunque importante, es tan sólo un apéndice en el tema de la IA. Hay una docena de iniciativas de ley sobre IA proyectadas en el último año, y se han creado tres comisiones accidentales en los últimos meses para poner los reflectores específicamente sobre estos proyectos.
Hay múltiples razones para considerar la importancia de este CONPES, sobre el cual los ministerios están tomando atenta nota por las inquietudes que van a surgir a partir de su borrador.
De entrada, explicó Viviana Vanegas (foto), directora de Desarrollo Digital en el DNP, establece los lineamientos no sólo para la IA, sino para fortalecer el ecosistema digital colombiano, uno de los puntos de partida en esta hoja de ruta. En esencia, de lo que se trata es de acrecentar capacidades digitales para una mejor calidad de vida en cada hogar colombiano.
Y es que en Colombia persiste el reto de la conectividad. Actualmente, solo el 62% de la población cuenta con acceso a Internet, una cifra que disminuye en las áreas rurales, lo que profundiza las desigualdades y limita el alcance de los beneficios que la IA puede ofrecer.
La tecnológica no es la única brecha
En este sentido, deja entrever cuáles son los componente esenciales para constituirla, así como cómo fortalecerlos, lo que hace más viable y enfocados los esfuerzos. Permite clarificar el asunto de la brecha tecnológica como un protagonista más de otro tipo de brechas, y cómo incide en estas. Acerca a las particularidades de lo que debe ser la gobernanza de la IA; sienta bases claras de la infraestructura necesaria para el uso óptimo de la IA, y ayuda a enmarcar -de la mejor manera posible- las oportunidades del aparato productivo nacional. En efecto, más allá de constituirse en una hoja de ruta para que la IA sea bien aprovechada en Colombia, así como de subsanar sus riesgos, es a la vez “una gran oportunidad de transformación orientada a mejorar la productividad del país y de sus capacidades humanas”, explicó el profesor del CESA Mario Valencia, subdirector de Planeación Nacional.
La gobernanza debe tener claridad en relación con quiénes son sus actores, roles y responsabilidades que deben asumir diferentes entidades para garantizar que la IA beneficie a la sociedad de forma equitativa.
La visión del DNP respecto a la IA tiene como eje esencial cerrar brechas sociales, económicas y ambientales. El objetivo es desarrollar las capacidades necesarias para que la IA sea una herramienta de desarrollo e impulse el crecimiento del país en todas sus regiones.
El DNP espera que en los próximos cinco años, a partir de 2025, la política nacional sobre IA tenga la madurez necesaria para hacer el mejor aprovechamiento posible de esta tecnología. “Durante este tiempo se irán ejecutando estrategias, planes sectoriales, proyectos estratégicos asociados a IA”, subrayó Viviana Vanegas, para que el país avance en sus objetivos y metas frente a esta gran disrupción que apenas se empieza a entender.
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