Emociones están alterando el valor real de los activos de la industria Fintech
El comportamiento de los activos financieros, más que basarse en su propio valor, está movido mucho más por factores psicológicos y emocionales.
Así lo concluyen el financiero Daniel Aguilera Garzón y el economista Jean Pierre Betancourth, estudiantes de la maestría en Finanzas Corporativas del CESA, en desarrollo de un estudio sobre comportamiento financiero en el mundo Fintech.
En esencia, el estudio pone de manifiesto cómo se está comportando realmente la industria Fintech a nivel global a través de un índice.
Una de las grandes conclusiones es que “parte del comportamiento del precio de los valores pertenecientes a esta industria no suelen responder a variables técnicas, sino que su comportamiento está sesgado por interpretaciones o sentimientos relacionados a eventos propios del activo evaluado; propiciando así que el precio del mismo no se comporte como sus pares y pierda relevancia frente a las expectativas de la industria”, explica Daniel Aguilera.
Así las cosas, cuando existe una desviación significativa del índice sobre determinados activos, es altamente probable que el factor que está alterando su comportamiento no sea explicado por un análisis fundamental, sino más bien por comportamientos emocionales o sesgos de los inversionistas en el mercado.
Basados en un manual de construcción de índices de la Comisión Europea para el mercado de valores, los estudiantes emplearon una metodología del mismo para crear un índice sobre industria Fintech. Este permite identificar elementos que comúnmente no pueden ser observados por el comportamiento propio del activo, y que afectan su precio.
Daniel Aguilera y Jean Pierre Betancourth establecieron un punto de referencia para realizar una comparación entre distintas industrias, conformado por tres tipos de activos significativos para el índice desarrollado y teniendo la misma importancia de comparación. Dichos activos fueron el comportamiento global de las economías, el comportamiento de las fintech en EE.UU. y el comportamiento de las criptomonedas.
Al sobreponer el índice y el ‘benchmark’ establecido para el índice, el indicador se mueve de una manera significativa en relación al comportando las industrias Fintech y la economía global, presentando una alta correlación entre sí.
El ‘behavioral finance’ posee cuatro tópicos: consumo y ahorro, hipótesis de mercados adaptativos, valoración de activos a través de comportamientos (VAC) y teoría de portafolio según comportamientos. Para propósitos del estudio, Jean Pierre Betancourth y Daniel Aguilera se centraron en VAC.
Partiendo desde lo anterior, los movimientos de los activos que componen la canasta pueden explicarse por ‘behavioral finance’, entendiéndose como la dinámica sobre cómo los individuos o agentes del mercado toman decisiones basados en conocimientos previos frente a condiciones externas que no son tangibles.
En el ‘behavioral finance’, que refleja múltiples prácticas de inversionistas por factores sociales, culturales, cognitivos, emocionales y psicológicos, los que más mueven el comportamiento de los activos son estos últimos. Y la razón por la cual los estudiantes evaluaron el mundo fintech es por la evolución y el impacto que hoy por hoy están teniendo para los ciudadanos las aplicaciones tecnológicas al servicios de las finanzas, en el que prevalece un valor agregado de gran significado (conocido como prima de sentimiento).
Uno de los ejemplos más dicientes es lo que ocurre con regulaciones en geografías específicas tras la negociación de las llamadas criptomonedas. La gente, por el mismo temor (sesgo) de que no va poder negociar este activo en un mercado significativo, puede provocar que su valor se deprecie, más por su valor neto propio, por una asociación negativa a esa “prima de sentimiento”.
Por su novedad, “el mundo fintech aún está sujeto a pautas de regulación, por lo que existe un entorno de incertidumbre que puede derivar o incidir en prácticas especulativas, que son las que estarían alterando el valor real de sus activos”, afirma Jean Pierre Betancourth.
Para poder constituir el índice, los estudiantes buscaron cómo asignar esa ‘prima de sentimiento’ a determinados activos. “Nosotros no valoramos los activos que hacen parte de la industria, sino que explicamos cómo, a través de Fintech y de behavioral, se puede entender el comportamiento de la industria”, explica Aguilera.
Los estudiantes discriminaron 61 activos significativos para analizar el comportamiento del índice, dentro de siete ramas de la industria Fintech.
Dentro de los criterios para dicha selección era imprescindible que el inventario de información fuera relevante, que reposara en los vendors más importantes (Bloomberg, Thompson-Reuters y Nasdaq), que se negocien permanentemente, lo que le confiere gran volatilidad, y que la sobreponderación de los activos no sobrepasara más del 10% dentro del índice.