En la trasescena de los desafíos legales de la Inteligencia Artificial
Con la irrupción fuerte de la Inteligencia Artificial (IA), probablemente no hay ningún sector que no haya sido tocado por esta; unos más que otros.
Sendas disrupciones vienen ocurriendo, por ejemplo, en educación y salud, con grandes oportunidades sobre todo para este último, lo han dejado ver algunos expertos.
Y hay algunos otros como el del Derecho, donde aún hay estándares por afinar en materia de uso de la IA. En otras palabras, la regulación sobre su uso y, por ende, la importancia que tiene para las áreas legales de las empresas.
Este fue el más reciente tema tratado durante la última charla del tradicional espacio del CESA ‘Grandes Líderes’, quien tuvo como invitada a Luisa Jiménez Mahecha, VP de la Asociación Colombiana de Legal Tech.
Como era de esperarse o suponerse, a la orden del día está el pulso entre dos de las fuerzas que jalonan la implementación de tecnologías, por lo que siempre van a aparecer zonas grises: el desarrollo y la innovación a un lado, y la seguridad en el otro.
Hoy todos los Estados están discutiendo cuáles pueden ser las mejores fórmulas en materia regulatoria que puedan articularse de manera ecuánime y eficaz con ambos frentes.
En medio del análisis entre dichas dualidades, cada país o bloques geopolíticos, como pasa con la Unión Europea, están buscando encontrar fórmulas legislativas focalizadas que respondan a intereses propios por sus intereses económicos o problemáticas.
En términos generales, hay dos líneas normativas para la IA. La línea de protección a los derechos humanos, que busca leyes obligatorias, como pasa con la UE o Canadá; y la segunda que se inclina por la gobernanza y la transparencia.
Mientras que en Estados Unidos, por ejemplo, las discusiones legislativas giran en torno a proyectos regulatorios y gobernanza pública de la IA, el Reino Unido ha centrado sus esfuerzos en poner a la AI en el foco de la cooperación internacional y en el tema de la protección al consumidor frente a su uso. En el caso de China, el país se inclina más por regularla de manera diferenciada para cada uno de sus sectores industriales. Si se quiere, una legislación horizontal, que en todo caso, para el gigante asiático, la AI -valga la pena la obviedad- debe respetar sus valores políticos.
Según esta experta, quien dirige además una firma de abogados y es secretaria general del Colegio de Abogados Comercialistas, si bien Colombia ha sido de los países con mayores avances normativos en América Latina frente al uso de la AI, la estabilidad regulatoria está lejos de consolidarse. Han tenido curso 7 proyectos con necesidad de ajustes. Y es que las mesas técnicas creadas que trabajaron en estos, expresó la abogada, no estaban propiamente conformadas por muchos técnicos.
La gran realidad es que el grado de exploración de la Inteligencia Artificial continúa, por lo que los esquemas jurídicos prefieren cierta laxitud para poder reaccionar rápido ante los cambios que esta tecnología -y en general todas las tecnologías- está generando. Mejor ‘soft law’ que ‘hard law’.
Luisa Jiménez aseguró que la mayoría de la regulación sobre IA, por no decir toda, podría tener el rótulo de ‘soft law’. “El desarrollo que hay de ‘hard law’, que (haya) una norma vinculante, que establezca un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica en materia de Inteligencia Artificial es muy poca”, dijo.
Y explica que la batería jurídica de ‘soft law’, lo que podría entenderse como directrices o guías o recomendaciones o resoluciones o conceptos, es una para acoger bajo voluntariedad.
La cuestión es que “muchas empresas del sector privado están acogiendo estas guías de ‘soft law’, para que desde ya sus desarrollos sean seguros y, cuando estas se conviertan en leyes estén un paso adelante. Son visionarias porque ven que a futuro van a tener que cumplir con estas obligaciones, no tienen que repensar todos sus sistemas, y poco a poco van haciendo que estos sean seguros. En otras palabras, autorregulación”, explicó.
Si hay un escenario legal en el que la AI está aportando cosas positivas es en el ‘Compliance’.
En concepto de Jiménez, la IA ha impactado sustancialmente el tema de Cumplimiento, en la medida que viene permitiendo hacer búsquedas o identificaciones de perfiles de una manera muy rápida, en contraste con lo que se hacía en un pasado reciente con demora, y forma. manual y muchos errores.