Revelación de información: aspecto a mejorar en las Cajas de Compensación

Aunque no arrancan de cero y de hecho hay importantes avances en relación con buenas prácticas de gobierno corporativo, las Cajas de Compensación Familiar (CCF) tienen rezagos en materia de revelación de información.

Ese nivel alcanza menos del 40%, bastante menos que el promedio de las empresas en general de América Latina, que es del 65%.

Para mejorar en este aspecto, las CCF pueden fortalecer sus sitios web y sus informes de gestión como medios para comunicarse de manera asertiva con los diferentes grupos de interés, e incluir información sobre las prácticas de gobierno corporativo que implementan, así como la evolución de la autorregulación que adoptan.

Este es uno de los importantes hallazgos hechos por el Centro de Estudios de Gobierno Corporativo del CESA (CEGC), que se ocupó de analizar y ofrecer un diagnóstico sobre la gobernanza de las 43 cajas de compensación existentes en el país, y que fueron recogidas en el libro Gobierno Corporativo en las Cajas de Compensación Familiar: avances y oportunidades de fortalecimiento.

De autoría de María Andrea Trujillo Dávila y Alexander Guzmán Vásquez, codirectores del CEGC, el tema se trató durante un evento el pasado 11 de mayo, con la participación de expertos, entre ellos el Superintendente de Subsidio Familiar, Julián Molina Gómez.

Salvaguardando los derechos sociales

Julián Molina Gómez

Según el Superintendente de subsidio Familiar, Julián Molina Gómez, la Entidad es la más importante de las de ese orden, en la medida que genera defensa de los derechos sociales.

Esa defensa de lo social recalcó el Superintendente, “mantiene a la población de ingresos medios en posibilidades de consumo, con lo cual se evita el descenso social”. De allí la importancia que reviste el diagnóstico hecho por el CEGC sobre el gobierno de las instituciones afiliadas a esta Superintendencia, que valoró 182 aspectos o prácticas.

Entre 2020 y 2021, la cobertura aumentó 4.5%. Los afiliados pasaron de 19.5 millones a 20.5 millones.

En términos generales, el sector refleja un nivel de desarrollo adecuado de diferentes prácticas en materia de gobierno corporativo. No obstante, el estudio resalta oportunidades de mejora.

Gobierno corporativo en cajas de compensación

En cuanto a las buenas prácticas, en promedio el 66,1% de estas son implementadas por las CCF. Sin embargo, se halló que algunas están desarrolladas de forma incipiente.

En aspectos de consejos directivos es posible trabajar en políticas de diversidad de género, perfilamiento de los miembros de los consejos, normas claras para el funcionamiento de estos órganos de gobierno y -especialmente- en la evaluación de estos.

En este sentido, resulta indispensable establecer una cultura de evaluación de los órganos de gobierno, que permita identificar vías de fortalecimiento en el sistema de gobernanza.

Alexander Guzmán Vásquez

Otro aspecto para mejorar es el de la transferencia de prácticas de gobierno corporativo a las subsidiarias y programas autosostenibles, para facilitar una gestión adecuada de las mismas y de los recursos destinados a estas iniciativas.

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“Este ejercicio (el diagnóstico) constituye un hito y resalta oportunidades que pueden aprovechar las CCF buscando su perdurabilidad y un alto impacto en el desarrollo de su propósito”, destacó Alexander Guzmán Vásquez.

Por otra parte, María Andrea Trujillo subrayó que el estudio es punto de partida para un trabajo continuo y consciente en gobierno corporativo, y destacó el papel que puede jugar la Superintendencia, como un organismo pedagógico y no punitivo, para construir una cultura de buenas prácticas.

Riesgos estratégicos

Otro aspecto susceptible de mejora es el de la gestión de riesgos.

María Andrea Trujillo, explicó que este sistema está más asociado a los riesgos del día a día, dejando de lado muchos otros de carácter global o macro como pueden ser estratégicos, de reputación, entre otros.

En Colombia cada vez se tiene una mayor conciencia de la importancia de un buen gobierno corporativo. Esto no solo en empresas listadas en bolsa, con las que la BVC y la Superintendencia Financiera de Colombia realizan un trabajo constante.

Los inversionistas de capital privado, los inversionistas institucionales, las empresas familiares, las entidades sin ánimo de lucro y las entidades públicas, cada vez trabajan más en este aspecto, para garantizar la perdurabilidad de sí mismas y de las organizaciones que hacen parte de sus grupos de interés.

Con información de

Alexander Guzmán y Ma. Andrea Trujillo