IA: los desafíos de formar líderes para un mundo digitalizado
Cultivar el humanismo en un entorno altamente digitalizado como el actual, formar en unas habilidades particulares para liderar la adopción de tecnologías emergentes, y dejar los individualismo para trabajar colectivamente, hacen parte de los grandes retos de la academia en la formación en la era de la Inteligencia Artificial.
Así trascendió hoy durante un panel en desarrollo de la Cumbre de Innovación de CEOs 360, en el que los rectores de la Javeriana, la Fundación del Área Andina y el CESA hicieron varias reflexiones sobre los desafíos en educación.
La Inteligencia Artificial (IA) es en últimas, afirmó el rector de la Universidad Javeriana, padre Luis Fernando Múnera, una metáfora de la inteligencia humana. Si esto es cierto, y lo que esta tecnología emergente, y muy particularmente la IA Generativa, lo que ha demostrado es resolver problemas muy rápidamente, “¿qué somos nosotros?”, se preguntó el rector.
En ese sentido, existe el reto de impulsar el factor humano. Frente a este panorama es indispensable identificar las necesidades y aquello que se necesita construir en medio de estas herramientas, lo que implica manejarlas y liderar equipos que hacen uso de ellas.
Esto requiere conversaciones profundas de las personas que permitan pensar, planear y mirar estratégicamente el corto y mediano plazo, para hallar qué hay en el centro de lo que cada organización está necesitando y potenciarlo desde allí.
“Debemos preguntarnos como (la IA) está cambiando la idea de la creatividad, de la autoría, además de cómo nos puede llevar a una sociedad más abierta, incluyente y democrática”.
En la visión de potenciar lo humano coincidió el rector de la Fundación Universitaria del Área Andina, José Leonardo Valencia, quien explicó que esta labor es la que generará impacto.
Asuntos como la ética, los valores, liderazgos positivos, cocreación, solidaridad y pensamiento crítico, son atributos que redundarán en el mejor uso de la IA y otras tecnologías emergentes.
Sin embargo, Valencia, rector de la tercera institución en el país en nivel de virtualización, aclaró que el gran reto es el de generar políticas públicas a través de las cuales se pueda llegar con formación a regiones apartadas del país.
Resaltó que hay que diseñar una educación que responda al mundo y a la empleabilidad, pero que además es mucho más sensible en las zonas rurales. Y es que, mientras la conectividad, por ejemplo en los sectores urbanos supera el 70%, en lo rural no llega al 28%.
Las universidades que no implementen los temas de la IA en sus currículos difícilmente van a poder graduar a los profesionales que necesita el mercado. Pero además, esto deberá estar acompañado por una excelencia en lo humano para responder a los entornos con mucha incidencia tecnológica, y esto “se consigue a través de política pública”, señaló el rector Valencia.
Y enfatizó que el aprovechamiento de la IA en la individualización del proceso formativo no se puede agotar en lo profesional, sino también en la formación técnica y tecnológica, que históricamente ha sido relegada. Hoy, sin embargo, tiene una importancia de mucho peso para las necesidades del futuro inmediato.
Para Emilia Restrepo, rectora del CESA, el gran desafío es equipar a los jóvenes con algunas habilidades, propias de aquellos que deben estar al tanto de las tendencias e innovaciones, y que serán capaces de transformar sus empresas con el uso de estas tecnologías emergentes. Se trata de quienes tienen un liderazgo por estar en el ‘Edge’ (en los límites), desde donde podrán ejercer influencia.
Este liderazgo está caracterizado por varias habilidades, entre estas el de tener una apertura a la tecnología y ser personas conectoras. Estas, combinadas a grandes dosis de curiosidad, son las que pondrán a los profesionales a sacar el mejor provecho de la IA, a hacerse las preguntas correctas, a tener visión crítica, y a liderar los procesos de la tecnología e interconexiones circundantes que propicia.