Invertir en ciencia y tecnología: negocio para las empresas que vale la pena

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25 May 2022

Uno de los mayores desafíos del país para el crecimiento económico y el desarrollo social es el impulso a la innovación para alcanzar mayores niveles de competitividad.

No obstante, parece haber una fractura entre los focos donde se genera la innovación, y el escenario donde estas tienen lugar para ejercer un impacto: el mercado.

Inversión en ciencia y tecnología

Si bien en uno de esos focos, las universidades, se generan innovaciones, patentes y nuevo conocimiento que le abre las puertas a la innovación, muchas de estas se quedan en el entorno académico (buenos prototipos, revistas indexadas, papers) porque carecen del impulso para salir al mercado. De allí que invertir en aspectos de ciencia y tecnología se constituya en ese motor que le de viabilidad a esos proyectos innovadores en esa última milla.

Bajo ese contexto, ¿por qué es buen negocio invertir en ciencia, tecnología e innovación?

Dicha pregunta fue motivo de reflexiones este martes 24 en el CESA, en desarrollo de una conferencia organizada por la oficina de Comunidad, sobre los beneficios de invertir en proyectos apalancados en ciencia y tecnología, presidida por el MinCiencias, Tito Crissien Borrero, egresado de la institución.

Como se sabe, el buen músculo económico de los países está asociado a la consistencia de su tejido empresarial.

Los EE.UU. es un país competitivo esencialmente porque tiene en Silicon Valley, entre otros escenarios, la meca mundial de las startups.

De allí que el compromiso de las empresas sea un factor que pueda marcar la diferencia.

Hoy, las empresas colombianas pueden obtener varios beneficios al invertir en proyectos de base científica y tecnológica.

Beneficios tributarios por donación, por inversión, exenciones del IVA por la importación de equipos y elementos, por vinculación de doctores en el sector productivo, son algunos de ellos.

Un ciclo que necesita ‘Smart Capital’

En términos generales, el ciclo de innovación en este ámbito arranca con una producción científica en la que grupos de desarrolladores tecnológicos desarrollan prototipos. Una vez perfeccionado el definitivo, el resultado es el llamado producto mínimo viable.

Según el ministro Crissien, en esta fase hay una financiación fuerte del Estado. No obstante, convertir estos productos en un negocio requiere inversión del sector privado.

Para el jefe de la cartera de ciencia y tecnología del país, se requiere Smart Capital; es decir, “no solo dinero, sino además personas visionarias. Administradores que identifiquen un gran negocio con ese producto mínimo viable, y se logren aumentar ventas, ganar más plata y generar empleo para mayor equidad en Colombia”.

Mientras que en el país es el Estado el que aporta el grueso de la inversión, en EE.UU. y algunos otros países desarrollados la ecuación se invierte y dicho protagonismo es del sector privado.

En concepto de Tito Crissien, el punto de partida para cambiar dicha ecuación está en una mentalidad de compartir el riesgo.

Y una manera de hacerlo es justamente a través de los programas de beneficios tributarios.

“En ese compartir el riesgo le estamos quitando el miedo a los empresarios en la medida que ponen el dinero de su flujo de caja, pero en el pago de impuestos se le descuenta lo invertido”.

Más doctores en la industria

En este sentido, el Estado cuenta con un cupo por inversión (descontada de inversión de proyectos de Ciencia y Tecnología) para el 2022 de $2,1 billones de pesos.

Entre el 2019 y el 2021, hubo beneficios tributarios por valor de 3,8 billones de pesos, que impactaron a un total de 1.366 empresas, agrupadas en tres regiones del país: Caribe (108), Centro-Occidente (1.247) y Sur-Occidente (11).

Otro de los beneficios se deriva del programa Pactos por la innovación, en la que -en cabeza de este ministerio, en las que se hace acompañamiento a los empresarios en sus proyectos de innovación para concretarla, darle forma y que se convierta en un producto mínimo viable.

∞Doctorados: estas son las diferencias entre un DBA y un Ph.D.

La contratación de profesionales con grado de doctorado en las industrias significa para las empresas beneficios tributarios equivalentes al 125% del salario por cada uno de estos profesionales.

Este es uno de los aspectos en los que hay que invertir esfuerzos, pues tener doctores, profesionales que a través de ciencia logren implementar soluciones empresariales, se convierte en matriz para generar una cultura de innovación en las organizaciones.

En Colombia, la mayoría de doctores ejerce en el sector académico, y apenas el 2.4% se desempeña en la industria. En un país de la región como Chile, este porcentaje alcanza el 18%.

También hay beneficios por donaciones al fondo de regalías.