Las habilidades con las que las mujeres dominan la cúpula corporativa en Iberoamérica
El éxito de una mujer en la cima del mundo corporativo iberoamericano no es un accidente. Tampoco es, como muchos quisieran creer, un mero producto de iniciativas de diversidad bien intencionadas.
Según el informe Women in Business de Kingsley Gate, consultora de talento de ejecutivos, el camino hacia la alta dirección está pavimentado con habilidades gerenciales forjadas en el fuego de la crisis y atributos de liderazgo que han convertido a estas ejecutivas en figuras indispensables en las juntas directivas y oficinas de los CEO. Pero, ¿qué ha hecho que algunas lleguen a la cúspide mientras otras se quedan a medio camino?
El estudio en cifras
El informe se basa en entrevistas estructuradas con más de 400 mujeres ejecutivas de 10 países de Iberoamérica: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela. Entre ellas, el 42% ocupa posiciones de CEO o Managing Director, el 23% ocupa otros roles de C-Level, el 22% es CHRO y el 13% forma parte de juntas directivas. Esta muestra es representativa de las mujeres que han logrado acceder a los puestos más altos de liderazgo en la región.
Además, el estudio surge desde el análisis de ocho dimensiones de habilidades: Liderazgo de equipos (la más destacada), Organización, planificación y gestión, Gestión de crisis y conflictos, Gestión de relaciones dentro de la organización, Entendimiento del negocio, Creación de valor, Visión estratégica e Innovación.
El éxito no es negociable
La receta del éxito de las mujeres ejecutivas en Iberoamérica, de acuerdo con el estudio, es una mezcla de resiliencia, planificación estratégica y un agudo entendimiento del negocio. No se trata sólo de talento innato, sino de una disciplina férrea y una resistencia a prueba de entornos hostiles. La mayoría ha enfrentado sacrificios familiares significativos y una presión implacable por demostrar su valía en un entorno aún dominado por hombres.
No obstante, la mera perseverancia no basta. La inteligencia política –esa capacidad de navegar redes de poder y construir alianzas estratégicas– es fundamental. El viejo consejo de que ‘el networking lo es todo’ sigue siendo tan válido como siempre, aunque con un matiz: las mujeres deben construir redes tanto dentro como fuera de sus organizaciones, ya que la promoción interna no siempre les favorece.
Habilidades gerenciales: un arsenal bien afinado
Las ejecutivas de alto nivel han desarrollado un conjunto de habilidades gerenciales que les permiten operar con precisión quirúrgica en entornos de alta presión.
Pero estas, se desprende de la investigación, varían según la región. En Brasil y la Región Andina el liderazgo de equipos es la más valorada, mientras que en la zona ibérica (España y Portugal), el entendimiento del negocio destaca.
En el Cono Sur (Chile, Argentina y Uruguay), la gestión de relaciones dentro de la organización es prioritaria, y en México, la gestión de crisis y conflictos es la más relevante. Además, las habilidades más valoradas también varían según el rol: la gestión de crisis y la creación de valor sobresalen entre aquellas que son miembros de juntas, mientras que el liderazgo de equipos y el entendimiento del negocio son claves para los CEO y Managing Directors.
Si bien estos atributos las han llevado lejos, el futuro demandará aún más. La adaptabilidad, la capacidad de inspirar e influir y la toma audaz de decisiones serán claves en una era en la que el cambio es la única constante.
Liderazgo en tiempos de disrupción
Los atributos de liderazgo de las ejecutivas iberoamericanas revelan un patrón interesante: estas líderes prosperan en entornos donde la integridad, la franqueza y la construcción de equipos son valores fundamentales. Sin embargo, el estudio de Kingsley Gate sugiere que para mantenerse en la cima, las futuras generaciones de mujeres líderes deberán adoptar un liderazgo aún más empático y orientado a la innovación.
En un mundo donde la tecnología y la globalización están redefiniendo el poder corporativo, las ejecutivas necesitarán no sólo gestionar resultados, sino también fomentar la creatividad y la colaboración transfronteriza. ¿Están las empresas listas para este cambio? La evidencia sugiere que aún hay un largo camino por recorrer, y el reloj corre más rápido de lo que muchos quisieran admitir.
Al final del día, el ascenso de las mujeres a posiciones de liderazgo en Iberoamérica no es únicamente una cuestión de equidad, sino también de competitividad.
Las empresas que entiendan esto primero serán las que dominen el futuro. Las demás, simplemente estarán observando desde la barrera.
El informe completo, AQUÍ.