Policía por un día, policía para toda la vida

Policía por un día, policía para toda la vida

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Con esta frase se cerró el programa de Policía por un día “Promotores de convivencia” que se adelantó por primera vez desde la Dirección Nacional de Escuelas para acercar a líderes empresariales y universitarios a la Institución, la cual encierra en sí misma un profundo significado. Tras un día de trabajo duro y de conocimiento de la Policía, realmente se entiende la complejidad de su labor y el compromiso y humildad de sus miembros, frente a lo cual sólo queda el deseo de seguir siendo parte, desde afuera, de uno de los pilares fundamentales de nuestro orden social.

Fue un programa emocionante en el que nos recibieron a las 6:00 am en la Escuela de Cadetes General Santander a Luis Alberto Arango (miembro de Consejo Directivo), Juan Santiago Correa (Secretario General) y Edgardo Cayón (Director de los MBA y los posgrados en Finanzas) como representantes del CESA, junto con el equipo directivo de Allianz.

La primera imagen que recibimos es la de los cadetes levantados muy temprano haciendo las labores de aseo de toda la Escuela. Esta es la primera lección: la humildad frente a la norma y la subordinación al servicio. Esta labor diaria que realizan durante su proceso de formación de 3 años como profesionales en administración policial le enseña al cadete que a pesar de la autoridad que va a detentar y el poder de regulación al que está obligado por sus funciones, siempre estará subordinado a la estructura normativa del país y que su función principal como policía es la del servicio a la comunidad. Lecciones fundamentales que todo empresario debe tener en cuenta en su ejercicio empresarial.

Al comienzo del día tuvimos una aproximación al entrenamiento físico que realizan los cadetes, así como aprender –la verdad sin mucho éxito- la disciplina de los ejercicios de Orden Cerrado. Esta lección es la del trabajo en equipo y la disciplina para el logro de objetivos en común; es la de entender que todos los miembros del equipo son igual de importantes para el logro de las metas.

La posibilidad de almorzar con los cadetes en formación nos permitió conocerlos, escuchar de su compromiso y dedicación y, sobre todo, cómo su proceso de formación les ha permitido comenzar a pensar en su futuro personal, sus metas profesionales y cómo poder servirle a la sociedad desde cualquier escenario donde se desempeñen en el futuro. De nuevo la humildad está presente en ellos como un rasgo característico de la formación de la oficialidad de la Policía, de sus líderes del futuro.

Durante el día pudimos conocer a fondo la estructura de la Policía Nacional, la cual con sus casi 180.000 funcionarios se constituye en una de las organizaciones más grandes de Colombia y que requiere una estructura operativa, administrativa y educativa de alta calidad. Cuando se piensa en el tamaño de la organización se entiende porqué la formación profesional de los cadetes es la de administrador.

Así mismo, tuvimos la oportunidad de entender a labor que ha realizado el Gaula en el combate contra el secuestro y la extorsión. Una labor dura que exige la entrega total de sus funcionarios en situaciones de gran crisis y dolor para las víctimas. En un escenario diferente, pero igual de importante, pudimos compartir con la Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres, que opera con otras instituciones en la atención en desastres. De nuevo, la lección de entrega en el servicio al otro está presente en estas unidades de la Policía.

Al final del día, estuvimos con el Escuadrón Móvil Antidisturbios, que tiene la difícil misión de garantizar al mismo tiempo el derecho de los ciudadanos a protestar y el derecho a la movilización y el ejercicio de la libertad de los demás. No es una tarea fácil, como pudimos experimentar con enorme dificultad, pues no sólo implica llevar una armadura de varios kilos sino enfrentar de manera tranquila, mesurada y con un uso regulado de la fuerza situaciones que pueden tornarse violentas y de enorme estrés. Es una lección de respeto, de prudencia y de compromiso en situaciones de crisis.

A lo largo del día compartimos con personas maravillosas y comprometidas. Oficiales con un sentido de pertenencia y de compromiso evidente. Hombres y mujeres que deben buscar un equilibrio de vida entre ser policías, padres, madres, hijos y responsables de sus unidades. Es tal vez la lección más importante: cómo buscar siempre el equilibrio entre nuestros compromisos profesionales, familiares y personales en un propósito de servicio.

A todas las personas que nos acompañaron en este día muchas gracias por abrirnos las puertas de la Policía, hacernos sentir parte de ella por un día y comprometernos con ser promotores de convivencia. En especial, gracias por enseñarnos lecciones que son fundamentales en el ejercicio profesional como educadores de líderes empresariales.

En particular, es importante agradecer al Brigadier General Gonzalo Londoño Portela, a la Brigadier General Juliette Kure, a la Coronel Sandra Liliana Zafra, a los Tenientes Coronel Jorge Serna, Jorge Agudelo, Juan Carlos Valderrama, Gabriel Bonilla y Martha Rincón; al Mayor Óscar Cárdenas; a los Capitanes Michelle Gómez, Jorge Gamboa, Julio César Jiménez; a los Tenientes Ligia López, Ruby Ruiz, Diego Guevara, Andrés Ávila, Juan Diego García, Laudy Aponte, Jorge Tolosa y Sebastián Salamanca; y al Sargento Johnny Camilo González.

A todos ellos muchas gracias por ser nuestros profesores durante esta jornada.

 

Juan Santiago Correa Restrepo

Secretario General