“Quien hace lo que le mandan, no hace nada”

“Quien hace lo que le mandan, no hace nada”.

Lo dice categóricamente Carlos Enrique Cavelier, quien durante años se desempeñó como Presidente de Alquería, pero que hoy ocupa el cargo de Coordinador de Sueños.

Un rol que ha facilitado unas dinámicas tendientes a constituir una organización más plana, liberada de los sentires de las jerarquías que, en palabras de él, entorpecen mucho más la comunicación.

Y buena parte de lo que ha hecho desde ese rol se lo han facilitado unas disciplinas no muy asociadas a la gestión de empresas. Bogotano, Carlos Cavelier estudió Antropología y Sociología en la Universidad de Vermont (USA), donde obtuvo grado con honores por su tesis sobre el cambio cultural de una comunidad en el Cauca.

Para él, los aportes de estas disciplinas son invaluables y muy útiles en lo que significa “el entendimiento del consumidor, el entendimiento del trabajo con los campesinos, y el entendimiento de la relación con las comunidades y con las personas en la empresa”.

Cavelier se ha formado en Administración Pública con énfasis en desarrollo económico en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Harvard, e igualmente se ha desempeñado como docente universitario.

Después de haber pasado por el mundo político, pues Carlos Cavelier fue concejal, diputado y representante a la Cámara, en 1992 decidió que debía ponerse al frente de la empresa de la familia. Y es que su padre, el agrónomo Enrique Cavelier, fundó La Alquería.

Desde esa posición lideró la incorporación -para su empresa y el país- de nuevas tecnologías en el procesamiento y empacado de leche UHT, convirtiéndose en pionera de esta modalidad en Colombia.

Aunque su vida empresarial no ha estado exenta de dificultades, como le ocurre a cualquier empresario, hoy por hoy la Alquería es considerada una de las cinco principales empresas productoras de lecha larga vida en el vecindario latinoamericano.

Carlos Cavelier habló sobre su rol y la Alquería, compañía que hoy cuenta con 5.000 colaboradores, plantas en Cajicá (2), Aguachica, Palmira, Medellín, B/manga, Santa Marta y Funza; 21 centros de acopio receptores de la labor de 12.000 campesinos y 20 sedes de distribución para abastecer 160.000 tiendas del país.