Rectora del CESA, en el más importante encuentro de empresarios de Colombia
Abrazar la incertidumbre como verdadero punto de partida para el cambio, y un aprendizaje continuo como matriz para desaprender para volver a aprender, dos de los mensajes claves de Emilia Restrepo, rectora del CESA, en la Asamblea Nacional de la ANDI celebrada en Cartagena.
Las reflexiones de la rectora en el más importante encuentro anual de empresarios que se hace en Colombia, trascendieron en desarrollo de un panel en el que se discutió dónde está Colombia, hacia dónde debe dirigirse y en qué condiciones, en materia de transformación digital, tras los resultados del informe de Madurez Digital en Colombia 2022.
Colombia, en estado inicial
Previo al panel, Gustavo Barcia, CEO de Needed Education y Socio de Mindspiria, destacó que para este informe fueron consultados más de 400 ejecutivos de grandes y medianas empresas distribuidas a lo largo y ancho del país y de todos los sectores.
Estas directivas diligenciaron un test, tendiente a establecer los niveles de digitalización de sus empresas, así como habilidades digitales de sus equipos.
El ideal es estar en por lo menos un 70% en ese grado de madurez. Esto es así, esencialmente porque la evolución tecnológica ocurre de manera tan acelerada, que estar en un 100 % no es posible “para ninguna compañía en el mundo”, aseveró Barcia en la asamblea.
El promedio para Colombia marcó un 33 %, que cualitativamente pone al país en un estado inicial, lo que supone la inversión de importantes esfuerzos para trabajar en transformación digital. Sin embargo, otros países de la región (como México) reflejan indicadores iniciales.
Aunque se analizaron múltiples sectores, frente a este panorama, ¿cuál es el papel que debe asumir la educación? Justamente de ello reflexionó Emilia Restrepo.
El verdadero analfabetismo de hoy, trascendió durante el panel, es eventualmente aquella persona que se resiste a desaprender para aprender.
“La tecnología nos dio la oportunidad de cambiar y hoy nos enfrentamos a la necesidad de estar en un aprendizaje permanente y durante muchos años”, explicó la rectora del CESA, Emilia Restrepo.
Añadió que el verdadero desafío es desaprender para reinventarse. Y explicó que esto hace que “hoy nos cuestionemos cómo deben ser lo modelos de educación, no solo el impartido por las instituciones de educación superior, sino aquel que ocurre en instancias incipientes. Desde la niñez y -desde luego- a lo largo de la vida”.
En conclusión, un desarrollo continuo de competencias y habilidades.
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Abrazar la incertidumbre
Frente al interrogante de cómo contrarrestar ese libreto prestablecido que sumerge a las personas en una seguridad que le impide explorar nuevas formas de hacer las cosas, la rectora subrayó que es imprescindible la gestión del cambio.
Es un factor que le cuesta a los seres humanos, pero en el que hay que trabajar para hallar esos caminos de evolución frente a la transformación digital.
El médico Juan Gabriel Cendales, Director de la Fundación Cardioinfantil, quien analizó el tema en el sector salud, afirmó que hay que atacar no solo el alfabetismo técnico sino el actitudinal.
El sector salud se cuestionó pues, con la pandemia, advirtió estar en mora de manuales sobre cómo diagnosticar a un paciente a través de una cámara. “No existe esa semiología digital”, afirmó.
Pero para alcanzar el nivel de apropiación de la transformación digital, lo que primero hay que dejar de lado es el alfabetismo actitudinal. En épocas duras de pandemia -explicó Cendales- no hubo receptividad para “sacar provecho de una manera positiva de una interacción virtual”.
“Lo que hay que hacer es aceptar el cambio que, como supone reaccionar con rapidez, lo que queda es abrazar la incertidumbre y enfrentarlo, antes que quedarse estático”, afirmó Emilia Restrepo.
Otro punto destacado es la ética en la transformación. En esta, en la que los datos son componente clave (no el único), es fundamental trabajar en estándares éticos de quienes están a cargo de los datos y la mayor tecnología, conceptuó el Presidente de la ANDI, Bruce Mac Master.
En este sentido, hay que velar porque esa experticia no saque provecho indebido frente a quienes no manejan la tecnología detrás de los datos, hecho que puede atentar no solo contra el negocio de las empresas sino contra su reputación en algún momento.