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Liliana López Thuoper

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23 Abr 2018

Resiliencia, el gran desafío

“Mi filosofía es que para tener éxito en la vida debes proyectar una imagen de éxito todo el tiempo”, le dice en un restaurante el recién divorciado pero reconocido agente inmobiliario Buddy Kane (el personaje interpretado por Peter Gallagher) a la artificial y desdichada Carolyn Burnham (Annette Bening) en American Beauty (Sam Mendes, 1999). La percepción es la realidad.

Y la percepción es algo sobre lo que se puede trabajar para potenciar aquello que se quiere proyectar. De ello es testigo la egresada del CESA Liliana López, que desde Thuoper, consultora de desarrollo personal y organizacional, ha logrado advertir que bajo ciertas metodologías se puede evidenciar la estructura de pensamiento de las personas, entender sus talentos naturales y que ellas descubran y puedan invertir lo mejor de sus competencias en cualquier contexto. Y las empresas, donde se necesitan personas cada vez más empoderadas para cumplir objetivos y promover innovaciones desde cualquier nivel de la organización, no son la excepción.

En efecto, como Buddy Kane, en contextos organizacionales el quid del asunto –afirma Liliana López- está más en lo que se refleja que en lo que se es.

Le puede interesar lo que hay detrás del seguimiento que propician los líderes.

Y es a través de la metodología Hogan, reconocida mundialmente por la investigación, diagnóstico y desarrollo del liderazgo en este tipo de entornos, como se logra obtener una ‘fotografía’ de habilidades que inciden en la personalidad para aquello que resulta efectivo proyectar.

De hecho, la personalidad, que define el factor liderazgo -explica Liliana López-, se manifiesta de un modo distinto en el entorno empresarial que en otro tipo de entornos como los familiares o sociales.

De allí que el desarrollo de las ‘soft skills’, las llamadas habilidades blandas, marcan un punto de inflexión en lo que hoy implica ser cabeza de equipos de trabajo y de grandes corporaciones. Para Liliana López, dicho factor ha sido un diferencial que le dejó el CESA.

Adicional a enriquecer el componente de personalidad, Liliana López tiene el convencimiento que entre los mayores desafíos están también la resiliencia y sintonizarse con la mentalidad y actitud de los llamados Millennials.

De un lado, se trata más bien de saberlo interpretar y alimentarse de estas nuevas generaciones, caracterizadas por su inmersión absoluta y compleja en lo digital. De otro, de admitir que, aunque hoy se hable de la trascendencia del equilibrio entre la vida personal, familiar y empresarial; en el caso del emprendimiento también hay un asunto de equilibrio emocional y de satisfacción cuando se es partícipe del desarrollo social, y ello implica múltiples sacrificios personales y de familia. “Y eso es precisamente la resiliencia”, concluye.