Se fortalece la comunidad de mujeres en juntas
Como la conformación de “las bases de una revolución para afrontar lo que viene” para el inmediato futuro de las organizaciones a partir de la equidad y la inclusión, calificó el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, el papel que viene realizando el Centro de Estudios de Gobierno Corporativo del CESA, CEGC, junto con algunas empresas aliadas.
Su afirmación se produjo en un panel realizado en el club El Nogal de Bogotá, en desarrollo de la instalación de las promociones 8 y 9 del Programa de Liderazgo de Mujeres en Juntas Directivas.
Mujeres en juntas directivas
Creado por el CEGC hace 4 años, este programa nació con el propósito de fortalecer las habilidades en liderazgo (el ser) y los conocimientos en gobierno corporativo (el hacer) de las mujeres líderes en las organizaciones del país, y habilitar sus capacidades para que ocupen más asientos en juntas directivas.
La primera dama de la nación, María Juliana Ruiz, quien hizo parte del evento, anunció su vinculación al programa, al tiempo que destacó que más que una cuota predefinida para que haya inclusión y diversidad, lo que realmente se necesita es voluntad, “y de la voluntad a la acción no debe haber nada intermedio”.
- Liderazgo femenino para una nueva agencia de desarrollo social y de los negocios Derivado del programa, se empezó a gestar una comunidad que paulatinamente ha ganado terreno no solo para poner bajo el foco de discusión los temas que han impedido que más mujeres lleguen a los cargos de decisión, sino para ejecutar acciones concretas tendientes a conseguir dicho fin.
Recientemente y como parte de los eventos conmemorativos de los 200 años de relaciones entre Colombia y EE.UU., cerca de 50 de sus integrantes se reunieron en Washington para construir una agenda programática que les permita fijar y trabajar en una serie de proyectos en cuatro grandes frentes de preocupación mundial: inclusión femenina en escenarios de decisión, transformación digital, emprendimiento y cambio climático.
Formación a más de 350 mujeres de cargos de alto nivel
En el programa, génesis de esta Comunidad, han sido capacitadas 250 mujeres, y 102 más (las de las promociones 8 y 9) culminarán su formación en menos de seis meses. La unión de esfuerzos de varias entidades aliadas ha permitido que en el último lustro el porcentaje de mujeres en juntas haya pasado de un 15% a un 21% en el país.
Aunque es un avance, la necesidad de incrementar dicho porcentaje para equilibrar la balanza ha llevado a que desde el CEGC se consolide un banco de hojas de vida en línea y de acceso gratuito para las empresas, que contiene los perfiles de 320 mujeres con las competencias para desempeñarse en juntas directivas.
Esto le ha permitido a cientos de organizaciones del país la visualización de las habilidades de estas mujeres, 28 de las cuales, a través del banco, lograron instalarse ya en esos órganos de gobierno de varias empresas.
Es una labor hecha con “perseverancia y convicción”, subrayó el CEO de Bancolombia sobre las actividades realizadas por los creadores del programa, María Andrea Trujillo y Alexander Guzmán Vásquez, docentes investigadores del CESA sobre gobierno corporativo.
El programa de liderazgo de mujeres en juntas directivas cuenta con aliados de primer nivel que contribuyen a la formación y apoyo que se da a la mujer, entre los que están Aequales, ANDI, Deloitte, el Instituto Colombiano de Gobierno Corporativo, IFC de Grupo Banco Mundial, Orza, Page Executive y WIC (Women in Connection) a través del Club 30% capítulo Colombia.
Diversidad para ganar tiempo
Durante el panel trascendieron reflexiones sobre los impactos de la diversidad en la dirección de las empresas.
Para María Juliana Ruiz, cuando se tienen capacidades distintas y se capitalizan los saberes e incluso los temperamentos, lo que se logra es eficiencia en las decisiones. “Si desde el principio se ha incorporado a la decisión distintas visiones, y se han valorado distintas posibilidades de respuesta, se ha ganado tiempo en discusiones, que de alguna manera avala el resultado final”.
Dado que desde las instancias de poder se debe inculcar la cultura, mover las decisiones bajo entornos de diversidad resulta un ejemplo de tolerancia, lo que puede incidir en una cultura de respeto.
En efecto, cuando se tienen roles gerenciales o de poder, se está en la posición, tanto privilegiada como sensible a la vez, de tener que tomar decisiones, que además deben darse de forma cada vez más rápida en un contexto como el actual.
Ese imperativo de la velocidad al querer ejecutar solo se traduce en “tener que tomar decisiones a su manera”, conceptuó María Juliana Ruiz. De tal suerte que cuando “se tienen presentes temperamentos, saberes, capacidades múltiples, se entiende la riqueza de la diversidad”, explicó.
Pero esto no es exclusivo de la administración. Según Juan Carlos Mora, las juntas directivas son el reflejo de lo que una compañía es o quiere llegar a ser.
Según él, no hay una fórmula que determine los grados de injerencia de la junta en un negocio, pues ello depende de la cultura de cada empresa, así como del sector del que forma parte.
No obstante, el deber de la junta es conocer el negocio en su mayor dimensión, los intríngulis de la industria en la que se desempeña justamente para saber cuánto puede aportar a la organización para que navegue más en lo estratégico y menos en el día a día u operativo, que es donde se corre el riesgo de coadministrar.
“El gobierno (corporativo) hay que construirlo en las aguas mansas porque se hace de manera sólida y clara, para que funcione en las aguas y tiempos más turbulentos donde mejor debe responder”, concluyó el CEO de Bancolombia.