Tecnología y ética sobre la mesa: universidad y colegios ponen ‘los puntos sobre las íes’

En el colegio Gimnasio Los Portales, al norte de Bogotá, se reunieron representantes de 25 instituciones educativas públicas y privadas, de colegios y universidades, para tratar diversos aspectos sobre tecnología y ética en la educación.

En desarrollo de varios paneles se analizó cómo es la relación de los actores de la educación, profesores, estudiantes y padres de familia, con la tecnología.

Redes e interacciones sociales, Ética de la comunicación, Inteligencia artificial, e Inventores éticos, fueron las temáticas tratadas en los distintos microforos, con participación de los estudiantes.

La rectora del CESA y sus pares o vicerrectores de los colegios Clermont, Tilatá, Hacienda Los Alcaparros, Santa Francisca Romana, Los Portales, entre otros, expusieron oportunidades, preocupaciones e inquietudes por los impactos que la tecnología está teniendo en la manera como los estudiantes se están formando.

∝Pensando la inteligencia artificial

∝El CESA acelera la discusión con sus equipos por uso de IA en educación

En este sentido, asuntos como el papel de los padres de familia como educadores y primer eslabón de la cadena formativa, la manera como se concibe la tecnología y si es la adecuada, los verdaderos riesgos de la inteligencia artificial, no tanto para la educación sino para los seres humanos; y cómo volverla una aliada para sacarle el mayor provecho posible, hicieron parte de los temas centrales de la charla entre directivas.

Docentes: de eruditos a inspiradores, y de allí, a expertos en método

El uso adecuado de la tecnología constituye una gran oportunidad de apuntalar varias competencias en las personas.

Y un primer paso es cómo hay que entenderla. Durante el encuentro, trascendió que no basta con concebir la tecnología como una herramienta para dinamizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, sino más bien como un mecanismo para producir nuevo conocimiento que se ponga al servicio de la solución de problemáticas de contexto.

En el panorama actual y de cara al futuro más inmediato, hay dos desafíos claves. El primero, ligado a una formación en ética y valores. Y el segundo, asociado al rol docente, más alejado de una posición de erudito, y más cercano a ser metodólogos y facilitadores.

Sacarle provecho a la IA

Sobre el uso de la tecnología -en general- y de la inteligencia artificial (IA) -en particular- existe una brecha generacional, en la que los estudiantes son capaces de advertir las debilidades de los profesores. Por tanto, es imperativo que los profesores pierdan el miedo a integrarla, y la única manera de hacerlo es explorándola y conociéndola.

Eso implica que los profesores puedan, desde la disciplina que dictan, saber qué es lo que la Inteligencia Artificial puede brindar sobre los temas que trata su especialidad.

Esta es una puerta de entrada para apropiarla y articularla en sus clases, al punto de encontrarle provecho de forma inversa. Esto es, no ser el agente pasivo que espera detectar si el estudiante usó la IA para su ensayo o trabajo, sino, por el contrario, ser agente activo, usarla abiertamente, y motivar al estudiante a que -por ejemplo- descubra falencias, propiciando competencias como pueden ser el análisis y la actitud crítica.

∝Inteligencia artificial y nanodegrees, en el horizonte inmediato de la educación superior

Y, de hecho, algo que parece estar demostrando la inteligencia artificial, es una interesante funcionalidad a partir de las instrucciones que esta recibe.

Así las cosas, en un momento en el que puede haber un mayor provecho del conocimiento en la medida en que se formulen las preguntas correctas, destrezas asociadas a la lógica (similar a la que se utiliza en los lenguajes de programación) se constituyen en otra competencia a afinar en la formación con el uso de algunas de las inteligencias artificiales.

Por tanto, allanar el camino de articulación con la tecnología, es decir, encontrar métodos genuinos para enriquecer la práctica, empieza a convertirse en un punto de quiebre sobre el rol docente.

Tecnología, un habilitador extraordinario

Una de las reflexiones que trascendió tiene que ver con los verdaderos riesgos para la humanidad el uso de la IA, pues van más allá de la educación. Y es que cuando esta ha expuesto, después de una cadena de preguntas que se le han formulado, cosas como “crear una pandemia indestructible” o “querer ser humano y sentir amor”, un asunto como el plagio académico podría ser eventualmente lo menos grave.

Lo cierto es que, como pasó con la Internet en su momento, el tema de la IA hoy es más visible que nunca y hay que discutir es cómo usarla debidamente antes que negarla en el ámbito de la educación.

Emilia Restrepo, rectora del CESA, afirmó que con esta hay enormes posibilidades, como nunca se habían tenido, para personalizar de forma extraordinaria la formación.

Algo que le dará más sentido al acompañamiento, al convertirse en una herramienta cómplice de las vocaciones o talentos, y de rutas de conocimiento a lo largo de la vida.

Y destacó tres primicias bajo las cuales los seres humanos deben actuar ante la tecnología: usarla como un gran habilitador de objetivos, el uso de los datos para decidir correctamente, y apalancarse en ella para cuestionarse permanentemente y buscar nuevos caminos. Ser más creativos.

Uso ético de la tecnología

Para la rectora del colegio Gimnasio Los Portales, Beatriz Gómez, solo a través del componente ético se podrán tener los niveles de consciencia para usar debidamente la tecnología. Esa consciencia permitirá decidir óptimamente, con coherencia y con transparencia.

Otro punto sensible es lo que ocurre en los hogares, pues padres y madres son los primeros eslabones en la cadena formativa. Bajo este contexto, los esfuerzos en colegios y universidades pueden resultar infructuosos, si en los hogares no hay consciencia sobre lo que está pasando con las herramientas tecnológicas.

Hoy urge una alfabetización ética y digital con los padres. Sin su concurso, convergieron las directivas, las instituciones educativas, principalmente los colegios, perderán la batalla.

Conclusiones en otros paneles

Ética de la comunicación

Frente a la gran explosión, inmediatez y disponibilidad de información, a través de canales como son las redes sociales, hay un compromiso, como prosumidores de esta, de verificar su validez, veracidad, y usarla con responsabilidad.

Es imperativo asumirla de manera crítica y formular cuestionamientos sobre aquello que circula, de manera que las personas puedan ser autónomas en el tratamiento de la información que consumen.

Redes e interacciones sociales

• Los estudiantes, tanto de universidades como de colegios, deben adquirir competencias en redes sociales, y los profesores tienen la responsabilidad de apoyarlos.
• Los medios sociales (incluyendo sus creadores de contenido) tienen una responsabilidad ética y moral de no generar mensajes falsos, erróneos o discriminatorios.
• Hay que discutir el tema de la eventual regulación por entidades oficiales de las redes sociales.