Formar personas capaces de transmitir problemas de negocio, parte del futuro del trabajo
07 Feb 2023
Carlos Graham es vicepresidente de estrategia y transformación de Caracol TV. En el CESA estuvo hablando, esencialmente, de las habilidades para el futuro, tanto blandas como tecnológicas, que serán importantes para los trabajos que vendrán. Los idiomas continuarán siendo importantes, pero hizo hincapié en entender la tecnología, sus alcances, y sobre todo, fomentar destrezas comunicativas y de interpretación. Los profesionales del futuro serán traductores de problemas para saber cómo la empresas los deben abordar.
¿Cuáles son las preguntas que hoy se debe estar formulando la academia sobre la formación de cara al futuro del trabajo?
La academia siempre está un poco detrás de las tendencias que se están viendo a futuro, sobre todo por los avances que hay en tecnología. Ciertamente la tecnología está desarrollando una cantidad enorme de oportunidades en lo laboral.
Teniendo en cuenta estas tendencias, se trata de cómo preparar a los jóvenes para ese futuro. Porque puede ser que lo que están estudiando ahora, no necesariamente los va a preparar para este. Mucho de lo que siempre cuestiono está asociado a las habilidades blandas. Muchas las traes incorporadas, desde la casa, no te lo enseñan en el colegio; no hay un curso sobre eso y en buena medida la experiencia te las va dando. Al final, la pregunta es: ‘qué es lo que va a pasar’, y desde ya, cómo voy preparando esos currículos para preparar mejor a los estudiantes para ese futuro.
Colaboración, comunicación, hablar desde el valor, inteligencia emocional, mentalidad de moverse a través de los datos y empoderamiento, habilidades que marcan la diferencia.
¿Qué es lo que nos dice el hecho de que un par de algoritmos ya son capaces de pasar exámenes universitarios o certificaciones para algunos especialistas, y cómo actuar ante esto?
Es la pregunta que todos nos estamos haciendo en este momento. Y muchos de los cargos y nuevas funciones en las empresas es precisamente cómo manejar éticamente esos algoritmos; porque si no son controlados, si no son gestionados, pueden tomar decisiones por nosotros que pueden vulnerar nuestros derechos. En este sentido, si hay alguien en la organización que se está haciendo la pregunta de cómo manejar este tipo de situaciones de una manera ética, la respuesta vendrá. Más que dar la respuesta correcta, porque no la hay, mi recomendación es “háganse la pregunta”. Debe haber alguien en la organización que esté estudiando esto porque van a ser temas de discusión profunda más adelante.
¿Qué tecnologías van a acelerar la automatización para las compañías?
Hay muchas. Realmente la inteligencia artificial es un mundo muy amplio, luego es una de las tecnologías. Pero después, en paralelo, está la capacidad cuántica de computación. En la medida que esa capacidad de los computadores de desarrollar más rápidamente algoritmos utilizando inteligencia artificial, eso se puede desarrollar. Antes hablábamos de qué tan rápido se podía llegar a desarrollar un algoritmo que permitiera pasar un examen de una universidad. Y uno podía decir, con la capacidad computacional que se tenía hace tres o cuatro años, eso iba a durar 10, 15 años, mucho más tiempo. Ese tiempo se está reduciendo cada vez más con temas cuánticos. Después hay otros elementos como blockchain, el metaverso. En términos de educación, el metaverso está desarrollando muchos casos de uso.
Hay algunas actividades asociadas con las habilidades blandas como liderar, improvisar, que ni lo algoritmos pueden hacer, como por ejemplo juzgar. Y aún así, no se puede desconocer que a cada segundo la tecnología sigue ganando terreno. Bajo este contexto, ¿cómo será el futuro del trabajo?
Todavía nadie tiene la última palabra. Fíjese que los que más han tenido esta visión han sido los creadores de ficción, y hay varios clásicos. Si analiza toda esa cantidad de películas que se hicieron en los 60, en los 70, esas cosas ya se están empezando a vivir en el día a día. Gente iluminada que probablemente tuvo esa visión, pero no la tecnología para hacer esas cosas realidad. Recuerdo Her, con Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson, en donde él adquiere una asistente de inteligencia artificial, y se enamora de ella y tienen una relación. De alguna manera es como el extremo. Pasa de las cosas básicas como ‘ya esto se encendió’, ‘el café está listo’, ‘recuerde que a tal hora tiene una reunión’, pero después empieza a trascender un tema de emoción. Muchos de los que estamos ahora vivos quizás no vayamos a alcanzar a ver eso, pero hay alguien que se lo está imaginando. Y si hay alguien que se lo está imaginando, va ser cuestión de tiempo para que se haga realidad.
¿Qué capacidades vamos a potenciar con la inteligencia artificial los seres humanos, pero sobre todo, qué tiene que ocurrir en la academia hoy, para que haga ‘match’ con esas condiciones de potenciación el día de mañana?
Es una cuestión de entendimiento. Por eso utilizo la palabra traductor. Las personas que puedan entender cómo resolver un problema, de cualquier índole, llámese de negocio, social, uno cualquiera; y que este se puede resolver con analítica, con inteligencia artificial, en fin, eso le va a dar un poder a esa persona muy importante. Porque cada vez más nos enfrentamos a cómo yo tengo una situación y cómo la puedo analizar de cierta manera, aplicando ciertos métodos. Obviamente está el arquitecto de datos, o el científico de datos, o el matemático, pero tiene que haber un traductor que les transmita ese problema de negocio para que después ellos puedan desarrollar el algoritmo que resuelva ese problema de negocios. Entonces las respuesta es que, ¡hay que desarrollar traductores!
Cuando hablaba de las habilidades blandas hizo mención a la actuación para la buena comunicación ¿Les llegó la hora a los de la gerencia media e incluso a los CEO de hacer cursos de actuación?
Mejorar las capacidades de comunicación a través de la actuación es una oportunidad muy buena. La comunicación es una de esas habilidades blandas. Cuando podamos transmitir un mensaje de una manera directa, con capacidad de síntesis, podemos hacer que todos nuestros stakeholders entiendan mucho mejor. Por tanto, es una buena herramienta. A mí me sirvió mucho.