Derroteros con la IA: aumentando capacidades humanas con ella y hacer las preguntas correctas
13 Sep 2023
En un mundo marcado por avances tecnológicos sin precedentes, con una inteligencia artificial que muestra cada vez más caminos, con una robótica que en apariencia hace desaparecer empleos y con una automatización de más asistentes virtuales como lo demuestran dispositivos -aún primitivos- como ‘Alexa’, la gran oportunidad de los seres humanos es cómo aumentar sus capacidades exclusivas con estas tecnologías.
Se trata de las implicaciones de lo que significa educar seres humanos, en un planeta donde las máquinas cobran mayor protagonismo.
De eso se trató la segunda parte del VI Encuentro de Docentes CESA, que este 2023, como era de esperarse desde finales del año, abordó la inteligencia artificial y su incidencia en la educación, luego de la irrupción de ChatGPT, apenas la punta del iceberg.
Robótica: desempleo, pero con rentas que generan un plus
Alfons Cornella, físico, autor de varios libros sobre innovación y cuyo tema ha llevado al tejido empresarial europeo; y David Boronat, jefe de un departamento ‘de futuro’ de Multiplica, empresa que diseña y optimiza experiencias digitales, dieron algunas pistas al respecto.
En su calidad de asesor de experiencia digitales, Boronat expuso e ilustró un panorama con decenas de herramientas de inteligencia artificial, y los alcances que estas pueden tener en el aprendizaje.
Como se trata de herramientas que se han ido sofisticando, la necesidad de conocer lo que hoy se está usando en otras latitudes es imprescindible para reimaginar la educación con su implementación. Ejemplos concretos que van a cambiar las maneras como ‘va a funcionar’ un profesional.
En Corea del Sur, uno de los países más avanzados en robótica en el mundo, 7 de cada diez profesionales cuentan con un título universitario. Aun así, la mitad de su población está desempleada, con una gran proporción de profesionales que no se articula laboralmente a esas áreas tecnológicas.
Paradójicamente, explicó Cornella, se trata de un sistema económico muy competitivo que les permite exportar, lo que se traduce en unas rentas que brindan actividades pagas a muchas personas que estarían sin oficio. Es un asunto de rentas disponibles por una capacidad de tecnología muy elevada, con las que sin embargo no cuenta América Latina.
Aprendizaje bajo el diálogo con las máquinas
“Cada vez más se acerca el momento ‘HER’ y jamás vamos a estar solos”, afirmó Boronat.
De manera particular -para explicarlo- se refirió a la película con ese nombre, en la que Theodore (Joaquin Phoenix), un escritor de cartas románticas, establece una relación y dependencia con Samantha, su sistema operativo, y que al final “le rompe “el corazón porque él había establecido un vínculo afectivo muy fuerte con la máquina (su moral se viene al piso cuando la máquina “le confiesa” sus amoríos paralelos con otras 8.000 personas más).
De forma general, de lo que dio cuenta es que varias de las maneras como vamos a comprender el mundo, es decir, sobre como aprendemos, estarán mediadas por lógicas conversacionales con asistentes virtuales de todo tipo, que seguramente, como con el personaje de Phoenix, “te invitarán a una reflexión o idea para que te sientas mejor”.
Humanos aumentados y con curiosidad inquisitiva
¿Qué podría o debería ocurrir en educación bajo este contexto?
De lo que se trata es de desarrollar una educación más orientada a explotar y desarrollar las capacidades claramente diferenciales de los seres humanos. Claramente no es competir contra los sistemas y, de hecho, no tratar de hacer lo que estos hacen, sino más bien que los seres humanos saquen partido de sus atributos que son difíciles de replicar por estos. Aumentarse a través de las máquinas y la tecnología.
Y es que en un entorno de máquinas que son potencialmente capaces de hacer más cosas que hacen los humanos y a mayor velocidad, la cuestión está es entonces en la capacidad de desarrollar las capacidades diferenciales:
Se refiere a la capacidad de los seres humanos para ser imaginativos (crear soluciones que antes nadie había creado). De ser críticos, (tener un espíritu para cuestionar la información recibida). Tener consciencia de sí mismos (autocontrolarse y aplicar esto al último elemento que es el social, donde aparece la empatía).
Pero para Alfons Cornella, quizás el más preponderante diferencial es la capacidad de los seres humanos por la curiosidad, lo califica como un hecho estructural.
En su concepto, hay que reenfocar la educación, no hacia la curiosidad “sorpresa” sino hacia lo que podría llamarse curiosidad inquisitiva: un nivel particularmente alto de interés o deseo de conocer y explorar algo en detalle.
Si en el futuro las máquinas “inteligentes” son una realidad, el valor de las respuestas decrecerá y lo que aumentará es el valor de las preguntas. Por tanto, para lograr la un entendimiento profundo y exhaustivo de un tema de interés, “tenemos que entrenar a los humanos a hacer buenas preguntas, a poner en duda, a cuestionar ‘por qué no’, ‘qué pasaría si’, e indagar y penetrar en la comprensión de las cosas”.