El proteccionismo no es la salida
El proteccionismo no es la salida. Lo dice con contundencia el profesor Iader Giraldo Salazar, docente investigador del GEA del CESA (Grupo de Estudios en Administración), en una reciente columna en la revista Gerente, no solo refiriéndose a lo económico, sino en sí mismo a una matriz para conjurar la crisis sanitaria mundial.
En efecto, para el profesor Iader Giraldo, no son las medidas proteccionistas sino la apertura de los mercados aquello que reactivará la economía, súbita y severamente golpeada por la pandemia, sino que además incidirá en crear las condiciones propicias para que se desarrolle un medicamento o vacuna para hacerle frente a la covid-19.
Las medidas proteccionistas, en últimas, dice el profesor Giraldo, no benefician la economía.
En su concepto, la historia ha demostrado que la primera reacción de los países ante las crisis, y la actual no es la excepción, es tomar medidas proteccionistas para proteger la industria local, pero en últimas estas resultan costosas y poco efectivas en materia de bienestar económico. Según Giraldo, la restricciones parecen lógicas, pero en el agregado no benefician a ningún país.
“Los países permiten la importación de productos médicos y de protección personal pero no hay quien quiera exportarlos”, dice Iader Giraldo en su artículo en Gerente. Y pone como ejemplo lo ocurrido con los ventiladores mecánicos “que debemos importar para el establecimiento de unidades de cuidados intensivos (UCI), pero que no hay quién los exporte (Alemania, India y otros países prohibieron la exportación de este producto)”.
“En el mismo sentido, la prohibición de exportación de insumos médicos y de protección personal tampoco aporta a la solución del problema global. Esta restricción, si bien garantiza la oferta de estos productos en el mercado en que son producidos, limita su demanda, afectando sus precios y eliminando los incentivos para incrementar su producción”, afirma el docente del CESA en Gerente.
El análisis del profesor Iader Giraldo en Gerente sobre por qué el proteccionismo económico no es la salida, AQUÍ.