Gobierno corporativo, una estrategia de Estado

Clarificación de roles, cultura organizacional de largo plazo y unos mínimos de gobierno corporativo (GC), hacen parte de algunas de las tareas a promover en materia de GC dentro de las entidades estatales, que faciliten su gestión y las hagan más eficientes.

Así trascendió en desarrollo de un conversatorio sobre el gobierno corporativo como estrategia de Estado, que se centró en plantear varios de los retos a la luz de lo que hoy por hoy se ve en las entidades del sector público.

Y es que aunque claro es que la gobernanza no es exclusiva de la empresa privada, no por ello se debe dar por hecho que su aplicabilidad deba ser idéntica en el sector estatal.

El hecho de que entidades cuyos directores o gerentes deban formar parte de las juntas directivas de otras empresas, o simplemente el tamaño de las organizaciones estatales, entre muchos otros factores, hacen que haya dinámicas distintas de su gobierno corporativo.

“Una entidad como la Superfinanciera, con 1.100 servidores, requiere un sólido andamiaje de gobierno corporativo para que pueda cumplir debidamente se labor. Sin GC es imposible manejar entidades de este tamaño”, subrayó el titular de este organismo, Jorge Castaño.

Simplificar, clave

Cada vez que se ve una entidad independiente, se tiende a pensar que debe estar apoyada por uno o más ministerios, pero poco se mira el mapa completo.

Al hacerlo se advierte que hay entidades de baja, mediana y alta complejidad, inundadas con la participación de ministros, hecho que rebasa capacidades y se termina con la delegación, que no es lo mejor para una adecuada gestión.

Ministerios como el de Justicia y Agricultura, por ejemplo, reflejan una participación densa en las juntas de diversas organizaciones. Lo que hay tener claro es cuáles son los grados de complejidad que tienen estas entidades, y a partir de allí establecer qué tipo de representación requerirían. Así lo resaltó Carlos Enrique Moreno (izq.), asesor de la Consejería para la Gestión y el Cumplimiento de la Presidencia de la República.

• Mujeres en juntas directivas, un panorama de oportunidades.
• Programa de liderazgo de mujeres en juntas directivas. Para Moreno, es procedente clarificar roles que incidan en una simplificación de líneas de gobierno, estructurarlas por niveles y por tipos de entidad, “pues no es lo mismo el sistema de gobernanza de las entidades de la salud, que lo que tiene que ver para entidades de educación”, explicó.

“Si se quieren entidades responsable, autónomas y que brinden un buen servicio, es esencial juntar datos y visibilizar su desempeño”, señaló por su parte Juan Pablo Uribe, Ministro de Salud (der.).

En la actualidad, la red pública de hospitales en Colombia está compuesta por 940 entidades. Y una de las prácticas que se ha puesto en marcha es hacer visibles sus indicadores trimestralmente, con miras a hacer partícipes de la transformación del GC hospitalario a las propias localidades.

Es fundamental establecer una reglas claras que permitan identificar mínimos en Gobierno Corporativo. Esto implica, cuando menos, “un comité de auditoría y una línea de denuncia, imprescindibles en el ámbito público”, agregó.

La falta de simplificación juega en favor de la complejidad, que no es otras cosa que dificultar controles que pueden desembocar en escenarios de corrupción.

Otro de los aspectos medulares es promover desde el GC una cultura organizacional. La razón de ello es que si no se hace una apuesta en este sentido, lo que ocurre es que las entidades se quedan miopes y responden a lógicas cortoplacistas y de gobiernos de turno, dando pie a debilidades institucionales. En palabras del asesor, “cualquier cultura organizacional es capaz de ‘desayunarse cualquier estrategia’, con lo cual, el problema en las empresas es no tenerla.”

En materia de GC, explicó Alexander Guzmán, docente investigador del CESA, no es suficiente evitar los conflictos de interés, el manejo eficiente de los recursos, la rendición de cuentas, ni creer que una arquitectura de control acaba con el papel de las ‘ias’ (Contraloría, Auditoría, Procuraduría, Fiscalía), pues esta comienza con la cultura organizacional. “Se trata además de saber comunicar y hacerlo asertivamente como rasgo de transparencia y confianza, componentes que están en la esencia de un gobierno corporativo”, puntualizó.