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La compasión como herramienta para líderes empresariales

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06 Jul 2023

¿Qué tanto va de la compasión al buen resultado de los negocios?

El tema parece no tener mucho que ver, pero con una trayectoria de 20 años en la Universidad de Emory, Atlanta (EE.UU.), el Centro de Ciencias Contemplativas y de Ética basada en la Compasión tiene claro que sí la hay y es mucha.

Allí se ha venido trabajando bajo la metodología CBCT (por sus siglas en inglés Entrenamiento en Compasión de base Cognitiva), a través de la cual se entrenan facultades personales en las que la persona logra descifrar sus sentimientos más ocultos, tiene unas mejores interacciones con otros y con su entorno, y al final las dinámicas que se crean inciden positivamente en todo el sistema. El de los negocios no es la excepción, y en él se atiende a un factor esencial: la sostenibilidad.

Édgar González Hernández

Y es sobre cómo la compasión se convierte en articulador de varios sistemas de lo que habló el Doctor en Psicología Édgar González Hernández, durante un ciclo de charlas en el CESA.

Invitado por las áreas de Internacionalización y Desarrollo Profesoral, el mexicano Édgar González es formador de instructores del protocolo de CBCT para la Universidad de las Américas (Puebla-México) y para la Universidad Internacional de Valencia (España).

¿Por qué la necesidad de un entrenamiento en compasión?

En Psicología, y en general en todas las ciencias de la salud, hemos generado mucha tecnología; métodos muy buenos para tratar tanto la salud física como mental. Sin embargo, tras estos intentos se nos ha olvidado una cosa: la naturaleza social. Desde hace 20 años viene pegando una corriente muy fuerte desde la psicología, desde la neurociencia, que nuestro cuerpo funciona muy bien cuando utilizamos las herramienta sociales específicas para vivir de manera armoniosa. Y ahora hay modelos clínicos que intentan fomentar esas interacciones en empresas, en hospitales, en colegios. Se ha visto que nuestro sistema nervioso, nuestro sistema inmune, nuestro sistema endocrino, funcionan muy bien cuando hay interacciones validantes que reconocen al otro.

¿Qué es el método CBCT?

Es un programa que intenta poner en funcionamiento ciertas habilidades sociales basadas en entrenar una mente clara y un corazón cálido, por decirlo de alguna manera, que es en realidad sobre cómo procesamos en el cerebro esas interacciones sociales. Antes te decían: ‘la gente no cambia’. Pero en los 70 descubrimos que nuestro cerebro cambia segundo a segundo; y ahora empezamos a sospechar que no solamente el cerebro, sino que es un cambio estructural. Todas las células están en constante cambio, es decir, en todos los órganos ocurren cambios. Luego el tema es si vemos las interacciones sociales como una fuente de amenaza o una fuente de oportunidad para vincularnos. El corazón es un símbolo de calidez con los demás, luego las interacciones sociales son una oportunidad.

¿Una oportunidad para qué?

Para hacerles saber a las demás personas del entorno que puedes ser tú mismo. Que este lugar en el que estamos es un lugar seguro para hablar, opinar, y quejarnos también.

CBCT ha madurado desde el Centro de Ciencias Contemplativas y de Ética de Emory University. ¿Cuál es la razón de un centro de esta naturaleza, con estos dos componentes, la ética y la contemplación, en la academia?

Desde mi punto de vista es un Centro revolucionario que ha puesto como tema de investigación y estudio las ciencias contemplativas. Las ciencias contemplativas se basan en utilizar las tecnologías de la mente, las más subjetivas, lo invisible, que es solo lo que ve y sabe cada quien de sí mismo y de sus sentimientos, para poder entrenar la mente. Es uno de los pocos centros que hace esto a nivel institucional, y que hace intentos en generar sinergias entre dos grandes tradiciones, las contemplativas tibetanas y las tecnologías científicas occidentales. Y lo hacen continuamente: llevan a estudiantes de ciencias, profesores de biología molecular, psicología, neurociencias, en fin, a monasterios; y grandes catedráticos monásticos van a las universidades. Y sobre por qué un centro de estos en la academia, porque es una necesidad. Hemos generado tecnología que nos da datos objetivos, pero se nos ha olvidado es que la perspectiva propia cuenta dentro de la ciencia. Y la ciencia contemplativa lo que ha generado son categorías muy minuciosas sobre los estados de la mente subjetiva; no tanto del cerebro, pero sí de cómo ocurren los pensamientos, las emociones, cuánto duran, qué morfología poseen.

¿Y cómo se conecta el componente de la ética?

Lo que hay detrás es cómo podemos hacer para sintonizar y honrar los valores de cada persona. Cada uno de nosotros tenemos valores distintos. A lo mejor para algunos es la familia, el dinero, su profesión, en fin. Entonces es cómo podemos hacer para que ese valor que tienes en tu vida sea honrado y tenga una implicación social, que te beneficie a ti y también a los demás.

¿Cómo se desarrolla el protocolo CBCT?

Todos los módulos en que está estructurado tienen como base tres principios: la investigación científica, el sentido común y la experiencia. Con base en ello estructura seis habilidades que te llevan de manera gradual a implantar ciertas estrategias, a nivel muy íntimo, para que puedas vivir plenamente, con sentido. Para cada uno la vida tiene un sentido diferente. A mí me encantaría jubilarme y surfear. Esto le da sentido a mi vida. Pero para alguien más es otra cosa. Entonces es qué es significativo para nosotros. Y CBCT lo que intenta es explorar estrategias para que las personas sepan qué es lo significativo. Y lo otro es cómo podemos ayudar a personas cercanas y no tan cercanas, y a los sistemas. Cómo podemos hacer para que la vida sea significativa para tu familia, para tus compañeros de trabajo, y para los sistemas educativos, hospitalarios, los legales. Nos equipa muy bien con conocimientos, con conocimiento integrado en tu cotidianidad y después con conductas.

¿Cuáles son esas 6 habilidades que se desarrollan a través de CBCT?

Cultivar una mente clara. La segunda, ese instrumento de claridad, usarlo para ver los patrones de pensamiento que te llevan a tener una vida significativa; la tercera es la autocompasión; es decir, en qué medida somos capaces de relacionarnos con nosotros mismos cuando vienen las dificultades; la cuarta es cómo me puedo relacionar con la personas que quiero, con las que no conozco muy bien y con las que representan un problema para mí, quizás personas que siento que son conflictivas. La quinta es cómo me puedo relacionar con mi vida cotidiana, y la sexta es generar una buen corazón, un corazón amplio porque sabemos que son muchas las personas las que están allí, y se puede generar armonía.

¿Por qué enriquecerse con un aprendizaje basado en este método en una escuela de negocios?

El mundo ya no lo maneja la política sino la economía. Digamos que las grandes decisiones pasan por el aval de los grandes empresarios. Es verdad que en nuestros países la política sirve como canalizador de varios intereses, pero uno de esos son los económicos. Nos han instruido muy bien en recolectar bienes y quizás lo hemos hecho muy bien. Y cuando hay oportunidades de ganar dinero, muy rápidas y en grandes cantidades, especialmente para la gente joven, la movida es, ¿qué hago ahora con ese dinero? ¿Cómo puedo utilizar un bien material tan potente para generar sostenibilidad? Y creo que la compasión para enfrentar los problemas y buscar soluciones para dejar de sufrir puede dar herramientas a escuelas de negocios o centro de formación de líderes de empresas.

¿Qué casos documentados de éxito hay tras la implementación de CBCT?

Hicimos un estudio en el Instituto Valenciano de Oncología en España. Una de las poblaciones más abandonadas dentro del ámbito clínico son las sobrevivientes del cáncer de mama. Toda la atención que antes se invertía como paciente oncológica, se va. Implantamos este programa y los oncólogos vieron que aumentó el bienestar psicológico y físico. Esto llegó a las directivas. Con base a la retroalimentación generaron una estrategia para expacientes de cáncer. Hay programas para atender dieta, ejercicio y mente. En realidad el efecto de CBCT creó una comunidad entre las sobrevivientes. El apoyo social fomentó la salud física. Las mujeres expresaban sus necesidades a los médicos y estos empezaron a atender mejor. Las dinámicas hicieron que se produjera un cambio en la política de atención a las supervivientes de cáncer de mama, y al final hubo personas más feliz.

¿En qué se diferencia la empatía de la compasión?

En 2005, la neurocientífica social alemana Tania Singer advirtió que la empatía, en dosis muy cortas y de tiempo muy corto genera cercanía. Y eso pasa con la enfermería, por ejemplo, en la que estás atendiendo permanentemente necesidades. Y llamó la atención en que se activaban las mismas zonas del cerebro que se activan cuando me hago daño, cuando siento dolor. Y ocurre el desgaste por empatía. Y el ser empático es muy bueno, pero si la dosis es corta y poco intensa. ¿Qué ocurre cuando constantemente estamos activando esa zona del dolor? Te paraliza. La compasión, a nivel neural, activa ciertas zonas del cerebro que simulan movimiento. Le estamos diciendo al cerebro: ‘hay sufrimiento, estás cansado, te voy a dar los recursos, para moverte y atender el sufrimiento’. Entonces la compasión es el trampolín de esa conexión cuando la empatía ya no es suficiente.

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