La cruzada por formar expertos en finanzas sostenibles y de impacto
Necesito una persona que maneje el tema de sostenibilidad. ¿De qué carrera lo contrato?
Esta pregunta parece estar dándose de manera persistente en las organizaciones, pues cada vez es más apremiante para ellas tener a expertos en el tema por los desafíos que están atravesando.
Y quienes son expertos en finanzas no son la excepción. Después de todo, las empresas se enfrentan a cada instante al desafío de generar rentabilidad, solo que en la actualidad, como nunca había ocurrido, deben saber hacerlo teniendo en cuenta los múltiples factores de sostenibilidad.
De allí que la enseñanza sobre las finanzas sostenibles en la academia esté recobrando cada vez más importancia.
Este fue justamente el tema tratado durante un panel en el CESA, en el que se exploraron los diversos aspectos que están entrando en juego para este tipo de enseñanza.
El que un gran número de bancos tenga una creciente preocupación por las líneas de negocios verdes, la proliferación de decretos y normatividad sobre el tema, la clasificación de Colombia en los primeros lugares de la región sobre la emisión de bonos temáticos, e incluso el hecho de que haya sido el primer país de la región en expedir una taxonomía verde (catálogo de sectores, actividades y parámetros que definen la financiación sostenible), sustentan esa necesidad de mirar con atención la formación.
Finanzas sostenibles: Colombia se destaca
El pionero en la emisión de bonos temáticos en la región es Chile (USD 41 mil millones). Colombia está unos renglones más abajo después de Brasil y México.
En el país, la emisión de bonos ha alcanzado los USD 2.300 millones, producto de 25 operaciones, la mayoría de ellas a través de bonos verdes (USD 1.400 millones).
Bajo dicho contexto, es un imperativo repensar constantemente la manera como pueda mejorarse la enseñanza de las finanzas en las escuelas de negocios.
El fin último: que las inversiones de impacto, de las que difícilmente se pueda hablar sin esfuerzos público-privados, sean matriz para políticas públicas.
En palabras de Luis Gabriel Morcillo, de la firma Brigard & Urrutia, y uno de los panelistas, parte de la madurez frente al tema se podrá constatar cuando estas finanzas sostenibles o de impacto reúnan coherentemente “los criterios de medición, intencionalidad, reporte y causalidad de rendimientos financieros para las empresas”.
El plan nacional de desarrollo, que será oficial en poco más de un mes, debe ser la hoja de ruta que facilite esta convergencia.
La experiencia de Kellogg
El panel se propuso a explorar ideas para que los profesores de las escuelas de negocios tengan parámetros no tradicionales a la hora de enseñar sobre finanzas. En otras palabras, qué es lo que se debe enseñar sobre finanzas de impacto en las escuelas de negocios.
Para Megan Kashner, panelista y quien ha sido profesora de innovación social en Kellogg, el mundo de las finanzas sostenibles se está moviendo extremadamente rápido.
Todo cuanto está sucediendo con las taxonomías, lo que ocurre con los bonos verdes y los mercados de carbón, marcha a pasos agigantados. Por tanto, la gran preocupación es que esto se esté enseñando en universidades y escuelas de negocios.
Kellogg, la escuela de negocios de la Universidad Northwestern, lidera un consorcio de profesores de finanzas que trabajan por la enseñanza de las finanzas sostenibles y de impacto, y que está vinculado a PRME, la iniciativa de Naciones Unidas para una gestión responsable desde la educación.
Hoy, este consorcio reúne a más de 400 miembros de 221 universidades, ubicadas en 37 países.
Para Kellogg, formar profesionales que estén armados de las herramientas sobre el impacto social, y que sepan cómo interconectar los factores para crear soluciones de valor compartido, ha sido un objetivo esencial en los últimos años.
En una encuesta hecha por Kellogg a sus estudiantes de MBA, el 85% expresó interés por el manejo de las finanzas sostenibles, y para cada uno de los temas particulares como taxonomías, contabilidad del carbono, entre otros, dichos porcentajes fueron superiores al 30%.
Los desafíos en la región parecen mayúsculos, pues en el consorcio el grupo más activo es el de aquellos que tratan los asuntos latinoamericanos, lo que habla de las necesidades y las preocupaciones en el vecindario.
Cada vez hay más presión
Los expertos coinciden en que, a medida que el cambio climático siga acosando las vidas de los seres humanos, las finanzas sostenibles van a ejercer cada vez más presión. Una presión que va desde las estrategias hasta la más fina operatividad en las compañías.
Hoy en el mercado hay 15 bancos con líneas verdes y sostenibles. “Todas las carteras han sido incipientes, pero todas las entidades bancarias las quieren tener”, explicó Yolanda Fadul, Partner en Metrix Finance, y panelista.
Agregó que esos productos financieros implican estudios del consumidor, lo que sugiere líneas de investigación para seguir explorando y explotando.
Claramente las entidades del sector financiero quieren acomodarse mejor y estar más preparadas, por lo que la necesidad de capacitación en el tema es latente.
Dado que no se habla de una disciplina en particular para que aborde los temas de sostenibilidad, sino que hay una necesidad de capacitar personas de distintas carreras, todo indica que las necesidades de conocimiento harán más vital no solo la interdisciplinariedad sino también la transdisciplinariedad en las organizaciones y en la propia academia.
No se puede enseñar sin investigación
Las finanzas sostenibles no son un nicho dentro de las finanzas, sino realmente un asunto transversal, dijo Morcillo. Y agregó que la revelación de información es cada vez más relevante para el ecosistema de inversión en empresas.
María Andrea Trujillo, codirectora del Centro de Excelencia en Gobierno Corporativo e investigadora del CESA, explicó que el cambio de paradigma es una realidad, más allá de las conversaciones que se están dando.
Resaltó que esto pasa por un asunto de legitimación para las empresas, en donde las juntas cada vez tienen más claro que el valor social y el valor económico deben ir de la mano.
Para el docente en Finanzas de Los Andes Andrés Guerrero, la academia en general está creando cursos y certificaciones, pero el tema debe ser más rápido, entre otras cosas porque, sin importar el idioma, en cada geografía se está hablando de lo mismo.
Y subrayó a la investigación como un asunto medular: “No podemos educar si no hacemos investigación”, concluyó.