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MBA: brújula en las mareas cambiantes del océano empresarial

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10 Mar 2024

Uno de los desafíos a los que en este momento se enfrenta la educación está en formar profesionales que no sólo destaquen en sus roles. También, en que impulsen el crecimiento del entramado empresarial colombiano. Con más de 1,7 millones de microempresas y cerca de 90.000 pymes y grandes empresas, es imprescindible contar con personas que contribuyan activamente al fortalecimiento y competitividad de ese tejido empresarial.

La escena empresarial actual demanda profesionales con habilidades multidimensionales, capaces de liderar holísticamente, anticipar cambios, ejecutar proyectos con eficacia y -sobre todo- propiciar transformaciones.

Al ser un posgrado de profundización -no de investigación-, el MBA del CESA brinda respuestas eficaces a ese entorno. Lo hace a través de una comprensión sobre para qué y cómo aportar, con decisiones estratégicas, a los cambios suficientes para darle el potencial competitivo que necesita el país ante la región. Aquellos profesionales que mejor puedan leer, descifrar, interpretar las realidades empresariales y globales, y tomar decisiones que propicien cambios, serán los que marquen diferencia. Esto supone, sí o sí, un conocimiento del mundo corporativo.

La estrecha relación de 50 años del CESA con el empresariado nacional configura un valor inestimable de ese conocimiento. Y es que la conexión directa con las empresas ofrece una capacidad analítica profunda de las organizaciones y sus sectores de desempeño, una identificación de sus asuntos estratégicos para aprender a tomar decisiones en ese mismo orden, y el descubrimiento sobre el mejor provecho de la tecnología para la gestión empresarial y sus procesos. A esas oportunidades de aprendizaje experiencial se suma un profesorado que se desenvuelve en el día a día y cotidianidad de las organizaciones, lo que enriquece la formación académica.

El MBA forma a los profesionales desde cuatro dimensiones para responder adecuadamente a las desafíos empresariales o personales: estratégica, prospectiva (visión), de ejecución y de transformación.

Énfasis que están redefiniendo futuros

La revolución tecnológica, con la irrupción de la inteligencia artificial y la automatización, está redefiniendo roles y funciones en las empresas. Por otro lado, la experiencia corporativa de los últimos años ha dado paso a la idea de que el crecimiento no se propicia exclusivamente de manera vertical, con ascensos. Las transiciones de tipo horizontal también son fuente de experiencias y de desarrollo profesional. Bajo estos esquemas, los profesionales necesitan competencias distintas más ajustadas a retos nuevos que aparecen cada cierto tiempo, pero además frente a aquello en lo que quieren desempeñarse a largo plazo.

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Ante esta realidad, la agenda formativa del MBA propone cuatro énfasis: Metamorfosis digital, Gestión de la demanda, Finanzas corporativas y Gerencia de la innovación. Estos responden a una realidad marcada por una inevitable incorporación de la tecnología, el crecimiento de los mercados, y la obligatoria gestión de los recursos y de la innovación. Se trata de opciones formativas diseñadas para alinear las habilidades de los profesionales con las demandas del mercado, preparándolos para enfrentar los retos del presente y, como afirma Fernando Valenzuela, mexicano experto en educación, el “diseño de distintos futuros”.

Hoy nadie tiene duda de estar inmerso en un entorno tecnológicamente rico o sofisticado. En este sentido, se deben tener capacidades para apropiarse, no de tecnologías, sino de las condiciones que favorezcan la transformación con ellas y aprovechar sus alcances. A través del énfasis en metamorfosis digital se apropian conocimientos sobre IA (Inteligencia Artificial), negocios digitales, entre otros, para incidir en prácticas coherentes con ese mundo a disposición y obtener los beneficios deseados.

En palabras de Andrew McAfee, un científico investigador del MIT, ser una especie de ‘geek’ dejó de ser un rótulo exclusivo para jóvenes amantes de la tecnología, para convertirse en una opción para los responsables de la dirección que, como los ‘geek’, deben entender sobre métodos poco convencionales para abordar problemas empresariales. Allí está la “clave para dirigir eficientemente una empresa en un entorno rico en tecnología como el de hoy”.

La gestión de la demanda, así como la gestión de la innovación y el emprendimiento, responden a una realidad innegable: la necesidad de nuevas fuentes de ingreso. Tecnologías emergentes y disrupciones -que ejercen influencia en los cambios globales- provocan que las necesidades de los clientes y consumidores también sean distintas.

Así, la sostenibilidad y vigencia empresarial, más que depender de innovaciones incrementales, reside en contar con capacidades para crear nuevos negocios que atiendan esas necesidades.

Estudiosos del tema convergen en que este marco puede ser una ruta transitable hacia el éxito. Tanto por las nuevas oportunidades de mercado como por una forma de distribuir el riesgo.

Finalmente, los gerentes generales o quienes llevan los destinos de un negocio deben capacitarse para navegar por aguas hostiles. “Ser CEO es tomar el timón de un barco en llamas muchas veces”, dice Logan Roy, el patriarca empresarial de Succession, la serie de HBO que explora los intríngulis del mundo corporativo. Hacerlo es entender en buena medida uno de sus habilitadores: las finanzas.

Es imprescindible aproximarse a ellas y entender sus dinámicas. A través del abordaje de temáticas como las finanzas internacionales -cada vez más importantes en un mundo hiperconectado (aun con economías geopolíticamente distantes)-, banca de inversión, mercado de capitales, la gestión de riesgos, entre otros tópicos de un ámbito sensible como el financiero, el MBA del CESA es camino para escalar a la cima y ser referente del mundo empresarial.