Por qué sí se puede aprender sobre historia empresarial de forma detectivesca
Las narrativas detectivescas guardan en su esencia la misma lógica del género policial: combinan misterio y resolución de enigmas.
Como en cualquier novela policiaca, la estructura de resolver un crimen ofrece un desafío intelectual y emocional, que resulta más gratificante cuando hay una sensación de descubrimiento, cierre de un caso y ver el orden restaurado. Todo indica que la mente se sintoniza con facilidad con escenarios de este tipo, y se vuelve más receptiva para ponerse a prueba para develar el misterio. Develar algo.
Bajo esta misma caracterización es que el docente Jorge Pardo lleva a cabo la asignatura de Historia Empresarial, impartida para los estudiantes del primer semestre del pregrado.
Se trata de una asignatura tendiente a que interioricen cómo ha evolucionado el ejercicio de la gestión empresarial, tomando en cuenta autores y sus teorías, a partir de referentes empresariales históricos, y tener entendimiento sobre la administración moderna y sus matices.
El profesor Jorge Pardo, también administrador de empresas (y magíster en gerencia de la innovación), consideró que era indispensable buscar un mecanismo de propiciar el aprendizaje involucrando mucho más a los estudiantes. Era clave alejarlos de las tradicionales lecciones de conocer, a través de lecturas, las teorías e historias de empresas, que alguna vez experimentó en sus años de universidad, y luego formular un parcial. Y la puerta de entrada para ello fue el V Encuentro Docente, donde se abordaron las narrativas transmedia, muchas de ellas asociadas al típico viaje de los héroes como posibilidad pedagógica.
Acompañado por el área de Desarrollo Profesoral, Jorge Pardo se basó en la narrativa detectivesca, la de los cientos de héroes que deben resolver un misterio y hacer un descubrimiento, en este caso el de varias teorías de la administración reflejadas en toda clase de empresas. Y los héroes, por supuesto, son los estudiantes.
En esencia, tres objetivos se persiguen en los desafíos puestos por el profesor Pardo para cada caso: investigar, debatir y presentar.
El profesor Pardo alienta a los estudiantes a que funjan el rol de detectives. Y como ocurre en las historias en las que son protagonistas, siguen pistas.
Además de algunas lecturas, durante las clases magistrales el profesor Pardo hace explicaciones sobre teorías de la administración, y en ellas formula cuestionamientos, resaltados o subrayados en las diapositivas, o énfasis durante las intervenciones. Estos “acentos” se constituyen en las pistas que “los detectives” deben seguir e interconectar sobre la empresa escogida.
Pero esa interconexión de pistas y elementos debe estar plasmada en algún lugar. Tal como sucede -por ejemplo- en las películas de los detectives cuando intentan resolver una serie de crímenes, los estudiantes ponen los elementos de sus pesquisas en un “Cuadro de conexiones”.
Este cuadro no es otra cosa que un tablero donde aparecen los protagonistas de las historias empresariales, las fechas clave, los hitos de la empresa, los cómo se desarrollaron, el contexto político, social y económico en el que las empresas y sus fundadores o CEO estaban inmersos, y -desde luego- los vasos comunicantes entre estos elementos y las teorías.
En efecto, una vez los “estudiantes/detectives” tienen mapeado su caso, son capaces de conectar una multiplicidad de aspectos de estas empresas con las tesis de las Olas socioeconómicas de Alfin Tofler, de la Incertidumbre de la que habla Israel Kirzner, o las teorías de innovación de Joseph Shumpeter, o las de Tecnoestructura de las que habla el economista John Kenneth, entre muchas otras.
Detrás de estos descubrimientos hechos por los estudiantes, se desarrollan varios aspectos:
- Los estudiantes ganan en curiosidad por la indagación, la investigación, seguidas de las transmisión con argumentos.
- Ganan en hacer conexiones, lo que les da contexto porque piensan de manera integral.
- Las conexiones que hacen también propicia en ellos la capacidad de entender relaciones causa-efecto.
- Ganan en memoria y pensamiento visual, lo que se traduce en pensar de forma infográfica.
- Adquieren habilidades como storytellers
La metodología no solo se ha traducido en un mayor interés por la clase, sino también en mejores resultados en evaluaciones.
Para el profesor Pardo, una de las grandes ganancias es que los estudiantes piensan en contexto.
La evaluación, no obstante, no se queda en el cuadro de conexiones. Los estudiantes entregan una bitácora con varios de los conceptos tratados, y que se convierten en parte de los parciales. Desde el punto de vista pedagógico, se trata de un TAE o Trabajo de Aprendizaje Empresarial.
Esta metodología fue presentada recientemente en la Universidad de Santander, como una práctica sobresaliente de innovación pedagógica.