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Recupera tu silla y el codiciado embrión de la innovación social

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09 Sep 2018

Con un total de 2.973 votos, Recupera tu silla, emprendimiento colombiano con el talento CESA, fue merecedor del reconocimiento del público en los VIVA Schmidheiny, los premios de innovación social más importantes de América Latina.

Recupera tu silla, que busca la restauración de muebles, evitando así que se conviertan en desechos que contaminen el medioambiente, es un emprendimiento de María Angélica Sánchez, abogada y candidata a magíster en Finanzas Corporativas del CESA.

Sin embargo, lo que hoy es Recupera tu silla, una empresa que ha hecho alianzas con 400 empresas y logrado la restauración de más de 12.00 muebles, ha sido gracias en buena medida al acompañamiento del Centro de Innovación y Emprendimiento del CESA, Incuba. Incuba, al decir de la fundadora de María Angélica Sánchez, le permitió a su empresa “mejorar muchas cosas del modelo de negocio. Falencias que teníamos a nivel de comunicación, de procesos internos, de calidad, de contratación”.

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Los premios VIVA reconocen tres categorías, acción social, triple impacto e impacto ambiental, esta última categoría en la que competía Recupera, y en la que ocupó el segundo lugar.

¿Cómo experimentó esta aventura de los premios VIVA?

Fueron dos semanas extenuantes porque el sistema de votación virtual no era fácil. Honestamente nunca pensé que pudiéramos gana, porque había 12 iniciativas, muy importantes, con líderes impresionantes y en muchos casos muy famosas en los 9 países a los que pertenecen. A nosotros nos conocía la industria, pero muy poco el público en general.

¿Y cómo obtuvieron la más alta votación del público?

Lo que hicimos fue crear un video documental sobre nuestro impacto y le pagamos 2 dólares a Facebook en publicidad. En cuestión de 24 horas las redes sociales estallaron. Llegamos a 500.000 visualizaciones, nos llegaron mensajes de muchas personas, parecía increíble, nos felicitaron y se sentían orgullosos de lo que estábamos haciendo por el país.

¿Qué significa este premio?

La muestra tangible del que persevera alcanza. Intenté postularme en el 2016 y 2017, pero nunca llegamos a nada. Mejorábamos cada vez más el modelo y la tercera fue la vencida. Colombia es el país que más postula anualmente empresas y haber llegado a la final ya era un logro enorme, pues habíamos superado 580 iniciativas de toda Latinoamérica.

¿Qué reflexiones hace del paso de su empresa por Incuba?

Nosotros pudimos mejorar muchas cosas del modelo de negocio desde Incuba. Falencias que teníamos a nivel de comunicación, de procesos internos, de calidad., de contratación, etc. Hoy Recupera tu silla no es ni la sombra de los que fuimos hace dos años, y probablemente seremos muy diferentes en dos años más. Porque eso aprendimos acá (en Incuba). A transformarnos constantemente para poder transformar el entorno donde vivimos. Hoy somos disruptivos.  Hicimos que la industria también pensara y actuara diferente. Porque eso es lo que más busca Incuba y el CESA; darte herramientas para creer que puedes atravesar fronteras.

¿Cómo se enteró que Recupera tu silla se había impuesto como el emprendimiento favorito del público?

Aunque sabía que estábamos entre los primeros, siempre tuve la duda hasta el último momento porque VIVA IDEA puso los votos secretos en la recta final. Supe que habíamos ganado finalmente durante el evento de premiación en San José de Costa Rica. Primero nombraron el tercer lugar, luego el segundo, ambos habían luchado con nosotros el primer lugar. Ahí miré a mi mamá que me acompañó en el público y le dije ‘Ganamos…’. Cuando dijeron “Recupera Tu Silla, Colombia”, nosotras ya estábamos abrazadas celebrando. El público que nos acompañaba en la Universidad para la Paz, durante la ceremonia, nos aplaudió mucho. Recuerdo sus caras de felicidad. Se me llenaron los ojos de agua. Fue emocionante.

¿Y el premio?

Además del honor de recibir este premio y ser catalogados por el público como el proyecto con mayor impacto e innovación social y ambiental en América Latina, recibimos 7.500 dólares. El trofeo es una réplica de una escultura que Stephan Schmidheiny (filántropo suizo y creador de los premios) hizo en su casa. Simboliza esa semilla que él dejó en el mundo y es ahora la semilla que le entregan a proyectos como “Recupera Tu Silla” para que sigamos sembrando por un mundo mejor. Es un símbolo muy bonito y emotivo.

¿En qué los va a invertir?

Vamos comprar algunos equipos que nos faltan para aumentar nuestra productividad.

¿A quién le dedica este premio?

A mis papás que a diario luchan conmigo porque Recupera tu silla salga adelante. A las 11 personas que hacen parte de nuestro equipo y, sobre todo, a todos los emprendedores sociales para que no se rindan y sigan trabajando por un país diferente.

¿Qué viene ahora para Recupera tu silla y -por supuesto- para María Angélica Sánchez?

Seguimos expandiendo nuestra operación a muchas ciudades de Colombia. Seguiremos trabajando por escalar nuestro impacto. Empezaremos con un plan piloto para replicar en Quito, Ecuador, en los próximos meses. Para mí viene seguir estudiando, seguir aprendiendo. En noviembre vuelvo a Costa Rica a la primera Cumbre VIVA y al taller VIVA 2018, dónde me reuniré con 60 emprendedores sociales de toda América Latina. Y en marzo estaré en Chile haciendo una especialización en innovación social.