Diversidad y pensamiento no lineal, fórmula para resolver problemas sociales complejos
Uno de los mayores desafíos que hoy tienen las organizaciones es cómo logran cumplir con sus metas, y al mismo tiempo cómo sus resultados pueden favorecer además a sus grupos de interés.
En ese desempeño que desarrollan, uno de estos, las comunidades a las que impactan por las acciones de la empresa en los territorios de influencia, cuentan cada vez más.
Lejos de lo que ocurría hace algunos años, en la actualidad estas comunidades ya no están esperando que se les dé, sino que desean ser actores esenciales y ponerse a disposición de proyectos corporativos conjuntos, desde sus propios conocimientos, para resolver los problemas que enfrentan en su cotidianidad.
- Mujeres: las más afectadas por el Cambio Climático “Detrás de los problemas sociales hay un importante potencial y valor de las comunidades, y en particular de las líderes sociales”, Claudia Bobadilla.
Así lo conceptuó Claudia Bobadilla, fundadora de Puente Social, durante uno de los espacios del II Encuentro de Mujeres en Juntas Directivas: diversidad, impacto y futuro, recientemente celebrado en Medellín.
Para esta abogada chilena, también integrante de la iniciativa del programa de Liderazgo Avanzado de la Universidad de Harvard, hoy se están enfrentando problemáticas de alta complejidad, que por sus características no pueden ser resueltas por llaneros solitarios, sino que requieren de mucha colaboración. Hoy hay unos grandes desafíos en materia de sostenibilidad pero -afirmó- estos no pueden superarse sin cohesión social.
Diversidad en las empresas para crear pensamientos no lineales
Los desafíos de alta complejidad, explicó Claudia Bobadilla, tienen esencialmente dos características. No tienen una sola causa, por lo que superarlos no pasa por una única solución; y las posibles soluciones dependen de pensamientos no lineales.
Para Bobadilla, lo que ha prevalecido son pensamientos lineales, conformados porque se comparten patrones sociales. La salida está, afirmó, en combinar esas distintas líneas o formas de pensamiento, y la única manera de hacerlo es a través de la diversidad.
La diversidad remite a poder formar equipos que no piensan linealmente, y eso tipo de lógica “nos permite abordar desde los desafíos propios de las compañías, y (hasta) resolver asuntos sociales, globales y complejos” que la sociedad está padeciendo.
Enfrentar “el gran desafío de la sostenibilidad no puede darse sin cohesión social”, Claudia Bobadilla.
“Si sumamos pensamientos lineales diversos, de género, de origen, generacionales, de nacionalidades, de trayectorias, formaremos pensamientos no lineales capaces de hallar distintos puntos de vista para resolver los desafíos como sociedad”, añadió.
Las empresas deben escuchar
Y el punto de partida es que las corporaciones escuchen con determinación a sus grupos de interés, pues la salida a los distintos retos debe pasar por saber cómo articular el conocimiento formal e informal, este último producto de la práctica diaria de resolver problemas.
“Hay mucho talento en las comunidades que las empresas deben considerar para poder trabajar en conjunto”. Este principio aumenta conexión con trabajadores, accionistas, contratistas, proveedores, clientes y con la sociedad en general, que es en últimas la red de stakeholders que debe fortalecer cada organización, todos los días.
- Hay que promover condiciones de igualdad en capacitación de temas asociados a tecnología. Partir de esta base no es un asunto menor, si se tiene en cuenta que las desconexiones prolongadas suelen culminar en estallidos sociales y pérdida de vidas.
Por tanto, promover la conexiones es esencialmente un ejercicio de escucha para fomentar el diálogo, la confianza y la colaboración.
“Tendemos a hablar antes de escuchar, y muchas veces creer que tenemos la razón o que tenemos la solución. Escuchar nos permite que aparezca el otro con todas sus riquezas y lograr conversaciones fructíferas”, puntualizó.