Espíritu Emprendedor da un giro

La concepción del proyecto durante un año y no un semestre con miras a afianzar el proceso, así como la entrega de un documento que recoge conclusiones parciales en varias instancias del mismo, hacen parte de los giros de Espíritu Emprendedor (EE), una de las materias emblemáticas del pregrado en Administración del CESA.

Este giro de Espíritu Emprendedor, que aparece en el segundo año de estudios de Administración de Empresas, está ligado a las modificaciones en la malla curricular que empezaron a operar en el segundo semestre de 2019. El anuncio se hizo en desarrollo de la clausura de Espíritu Emprendedor con varios de los mentores, encuentro liderado por la Oficina de Egresados y que se lleva a cabo cada seis meses, con el objetivo de hacer una retroalimentación entre todo los actores de EE (docentes, mentores, alumnos, panelistas) para discutir mejoras.

La nueva malla curricular permite tener una línea de emprendimiento como enfoque para el estudiante. Ello implica cuatro clases obligatorias en innovación y emprendimiento, así como una serie de electivas profesionales que son los tres últimos tres semestres de la carrera.

Creatividad e innovación, que funcionaba como una electiva, es ahora una asignatura obligatoria, y preámbulo de Espíritu Emprendedor. Esta materia busca poner en marcha  un ejercicio de creatividad tendiente a identificar problemáticas, validar segmentos de clientes, idear una solución a las problemáticas y diseñar un prototipo.

• Desde las trincheras del emprendimiento o aprender a validar modelos de negocio. En la práctica, los estudiantes llegarán a la Feria con casi un año de trabajo; es decir, seis meses más de lo que hasta ahora se viene haciendo. La idea es que los miembros del grupo constituido sean los mismos, por lo menos hasta la realización de la feria.

En el siguiente semestre; es decir, para encarar EE, se toma el proceso desde el prototipado para estructurar el modelo de negocio. Detrás de ello, lo que se busca es que haya un proceso con una validación más consistente.

Adicional a ello, el modelo financiero puede ser mejor estructurado, con lo cual el estudiantado puede tener más claridad sobre cómo tal iniciativa puede convertirse realmente en un modelo de negocio.

Asimismo, los estudiantes van a tener un contexto de mayor profundización de cara a asignaturas que aparecen más adelante, una de las cuales es Gestión de la Innovación. Al llegar a este punto, lo que se persigue es que los estudiantes sea conscientes de cómo aristas de la innovación tienen el potencial para impactar un negocio.

Banú, proyecto ganador en la más reciente feria de espíritu emprendedor, aportó luces para un cambio: la presentación de un documento que funcionará como una especie de expediente de emprendimiento.

Banú resumió la información más relevante de los cuatro paneles (excluido el panel final), lo que en esa sesión definitiva soportó mucho mejor el pitch del grupo. Y es que este expediente, además de la data, contaba con insight así como con la trazabilidad de cómo fueron agotando, con argumentos, cada etapa para afinar el modelo de negocio.

Lo que hasta ahora existía era la presentación de una infografía, la cual era entregada días antes a los panelistas para el panel final, previo a la feria. En todo caso, la infografía seguirá formando parte de los documentos.

Este expediente, a partir de 2020-II, quedará en biblioteca con cada EE, para consulta de participantes en futuras ferias de emprendimiento, y de la comunidad académica en general.