Open banking y otras oportunidades que la transformación digital está trayendo en los servicios financieros

Open banking y otras oportunidades que la transformación digital está trayendo en los servicios financieros

today

El entendimiento de la transformación digital, los roles que en ella adquieren mayor relevancia y los cambios que por cuenta de la tecnología está experimentando el sector financiero están creando un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de nuevos modelos de negocio.

El consumidor necesita eficiencia

que-es-open-banking-y-como-funciona

La pandemia solo vino a demostrarle al sistema financiero que debía poner el pie mucho más a fondo en el acelerador de sus operaciones, dada la mayor velocidad para producir una oferta de servicios que los ciudadanos están demandando.

El anuncio reciente de la solicitud de aval de funcionamiento ante la Superfinanciera de cuatro instituciones para incursionar en el sistema financiero colombiano, pese a que no se asocian con actividades propias de los bancos tradicionales, reitera la reconfiguración de una nueva banca.

(Le puede interesar: Emociones están alterando el valor real de los activos de la industria Fintech).

Esas instituciones son Alacaja, Codensa, Colsanitas e Inverti, que le han dicho “presente” a la superfinanciera para cumplir operaciones de depósitos y pagos electrónicos, de financiamiento, de seguros y de financiación colaborativa, respectivamente.

Pero estas son solo apenas alguna de las que ya entraron al sistema o están en carrera de hacerlo. Como lo resaltó el diario La República recientemente, para julio las solicitudes ante la Súper ascendían a 22, con recursos puestos por estas instituciones de más de 500 mil millones de pesos.

Open Banking (OB) y cómo funciona

Otra tendencia para ofrecer determinados servicios es el llamado Open Banking.

Conocido también como banca abierta, distintos actores o no del sistema financiero manejan información transaccional de otras entidades así como de usuarios, ofreciendo productos y servicios hechos a la medida del ciudadano.

(Lea: Banca digital y negocios fintech: la revolución en marcha).

Basados en APIs (Interfaz de Programación de Aplicaciones, por sus siglas en inglés), tanto la banca tradicional como otros actores pueden hacer de las alianzas un sistema más eficiente y escalable -dado que lo que se requiere ahora es inmediatez-, para ofrecer una propuesta de valor mucho más robusta y hallar nuevos canales a través de los cuales puedan distribuir sus propios productos.

Una vez más, el entendimiento de la transformación Digital entra en la ecuación.

En concepto de la docente del CESA y asesora de IFC Banco Mundial, Lariza Galindo, el usuario al final lo que encuentra es una oferta de valor más contextual porque “tiene productos y servicios financieros y no financieros que le pueden satisfacer sus necesidades, pero además los empieza a encontrar en diferentes canales. No solo los del banco, sino los canales por donde pasa su cotidianidad: desde el sistema de transporte público hasta las redes sociales”.

Dando pasos de regulación para el OB

En América Latina, hay dos países que llevan la delantera en materia de Open Bancking: México y Brasil.

Estos pasos de ventaja se dan por cuenta del marco regulatorio que obliga a algunos actores a compartir cierto tipo de información para hacer de la operación un asunto más eficiente y escalable, abriendo otras potenciales fuentes de ingreso.

En todo caso, hay estándares entorno al tema, y cada estatuto especifica qué tipo de datos se pueden compartir, en qué periodicidad, cómo debe ser el consentimiento, entre otros aspectos.

En los demás países de la región ha sido el propio mercado, con la intermediación de las APIs, como se han impulsado servicios que están beneficiando al usuario de a pie sin que exista una regulación. Ello, sin embargo, no es desfavorable.

Así trascendió en un conversatorio en línea organizado por el CESA, sobre la incidencia de la transformación digital en el ámbito de la banca.

Felipe Noval Acevedo, máster en Finanzas Corporativas del CESA y Director de Transformación Digital e Inclusión Financiera de Asobancaria, conceptuó que claramente las tecnologías avanzan mucho más rápido que el regulador, pero eso deriva en trabajar con este de manera más cercana, lo que incide en articular agendas que sirven para generar soluciones pertinentes desde los servicios digitales en el ecosistema financiero.

Movilidad de información para servicios a la medida de los clientes

Es así como, para el caso colombiano, la URF (Unidad de Regulación Financiera) ha emitido una opinión favorable acerca de que se está en un mercado voluntario.

De allí que el Superintendente Financiero haya calificado este tipo de configuraciones como una “experimentación de manera controlada de actividades para nuevos emprendimientos innovadores o para entidades vigiladas que quieran probar nuevos modelos o soluciones que contribuyan al desarrollo y competencia de los mercados financiero, bursátil y asegurador”, explicó en La República.

A este mismo respecto, Lariza Galindo explica que en Colombia existe la ley de protección de datos, que es un marco habilitante. Pero aclara que en Open Bancking, como se conocen los marcos regulatorios en otras geografías, los actores explican al usuario específicamente los alcances de la información sensible que están solicitando y con qué otras instituciones la van a compartir.

Por vía de ejemplo, información como saldo de la cuenta, características de un producto que se tiene contratado o cuáles son las transacciones débito de los últimos 12 meses.

“Es aquí donde otros jugadores, con sus capacidades tecnológicas y analíticas, podrían aprovechar (la información) de manera distinta y ofrecer productos mucho más a la medida del cliente porque se ajusta a sus necesidades”, puntualiza Lariza Galindo.