Querer ser un ‘geek’ y otras claves para sobrevivir en un mundo laboral en transformación
El mundo laboral está cambiando tan rápido como se están produciendo los cambios en el planeta, en buena medida por los avances tecnológicos cuya evolución va a pasos agigantados.
Como es de preverse, lo que hoy está vigente no lo está a los pocos meses. Esto, por supuesto, aplica en las dinámicas de las organizaciones. Si hoy están enfrentando unos retos, cuando dicen ‘¡Eureka!’, porque ya han hallado soluciones a ellos, advierten con prontitud que quizás estas se queden cortas. En alguna viñeta, la famosa Mafalda lo explicó mejor que nadie: "cuando tenía la respuesta, me cambiaron la pregunta". Todo parece cambiar a la vuelta de la esquina.
“Los ciclos laborales están siendo cada vez más cortos, ligeros y rápidos”. Así lo asegura Ricardo Ribas, director de HAYS, reconocida multinacional de reclutamiento y consultoría de recursos humanos.
Y es un ciclo corto que está aplicando tanto para las personas como para las empresas.
Del lado de estas últimas, los cambios en las compañías están ocurriendo cada ocho meses.
Del lado de las personas, los ciclos para ellas en las compañías se acortan. No están sobrepasando los 2,3 años en las organizaciones, y las nuevas generaciones tienen la expectativa de rotar después de un año de haber ocupado una misma posición, explica Ribas.
Para uno u otro escenario, ya sea porque se necesita un nuevo ambiente corporativo que se ajuste más a lo que las dinámicas de los mercados les exigen a las empresas, o por nuevos intereses profesionales o particulares que tienen las personas, la manera de enfrentar los desafíos nuevos es con aprendizaje o formación constantes.
Ya sea por vía corporativa (con el patrocinio de las organizaciones) o por esfuerzo propio, hoy resulta indispensable adquirir competencias para enfrentar los entornos actuales.
Según Ribas, hoy las personas buscan no sólo desarrollar su especialidad en alguna empresa, sino además tener un propósito y bienestar. Parte de este bienestar es la inversión en capacitación que pueda facilitar la empresa, más allá de la discusión (válida por demás) de quién la patrocine.
Lo cierto es que, afirma el director de HAYS, resulta clave seguir desarrollando el talento para que esas personas puedan moverse de manera interna dentro de las compañías, dando paso a un intangible clave: la motivación. Y “la mejor manera de hacer esto es invertir en programas de upskilling y reskilling, para seguir realmente desarrollando habilidades nuevas en sus colaboradores”.
De otro lado, cada persona, si quiere seguir siendo competente, debe buscar el desarrollo “a través de cursos, a través de la literatura, y de otras maneras realmente de generar algún tipo de conocimiento, y poder traer eso al día a día y vivir eso en la práctica”.
El rótulo de ‘geek’, esa expresión usada para definir a aquellos gomosos de la tecnología y para definir a aquellas personas que abordan los problemas de manera no convencional, como lo afirma Andrew McAfee, investigador de Sloan, la escuela de negocios del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha dejado de ser exclusivo para ellas. Y Ribas se alinea completamente con ello. “Todos deberíamos querer ser geek el día de hoy”.
“No importa si la persona está en finanzas, en marketing, o si es el directivo de una compañía, (debe) saber para dónde va la tecnología, conectar eso con el negocio y saber utilizarla en el día a día es fundamental”.
Temas de ciberseguridad, datos, inteligencia artificial, se perfilan como algunas de las principales habilidades del futuro, según los estudios de HAYS.
De hecho, en un reciente informe (septiembre 2023) de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., la analítica de datos -y sus actividades conexas- aparece como la segunda labor de mayor crecimiento (35%) en los próximos ocho años (2032), superada por los oficios relacionados con el área de Salud.
Por otra parte, la “filosofía” del propósito, sumada al interés por estar menos tiempo en un mismo puesto o labor, asuntos ya mencionados en párrafos precedentes, está marcando la tendencia de un crecimiento profesional horizontal, ligado a diversidad de experiencias, y no sólo vertical, más afín a los ascensos.
En este sentido, se habla de aprendizajes que brinden, como lo denomina este experto de HAYS, conocimientos integrales y compuestos.
Y en todo caso, no es un asunto menor formarse en habilidades blandas, que por relacionarse con lo socioemocional o actitudinal pueden ser más complejas de cultivar.
“Las habilidades blandas son cada vez más importantes una vez que la tecnología ha asumido el papel técnico en el día a día laboral. Entonces algunas como trabajo en equipo, inteligencia emocional, adaptabilidad, entre otras, son cada vez más relevantes en el mercado, y cada vez más pedidas por las empresas”, concluye.