menu

La regulación bancaria de riesgos después de Basilea III

today

18 Ene 2023

Los efectos económicos adversos de la pandemia de covid-19 sobre el sector financiero se han logrado controlar con las medidas regulatorias adoptadas con Basilea III.

El aumento de los niveles de capitalización de los bancos y el mejor manejo de la liquidez de corto plazo (LCR) y estructural (NSFR), del último acuerdo internacional de capital, fortalecieron a las entidades y las dejó en mejor forma para enfrentar contingencias sistémicas.

Riesgos no económicos

No obstante, la aparición de riesgos nuevos, que en estricto sentido no son de carácter económico porque no responden a variables como el PIB, inflación, tasas de interés, tasa de cambio, precio de las acciones y de otros activos financieros, sino a temas de salud pública, eventos relacionados con el cambio climático (inundaciones, tornados, sequías, terremotos), tecnología digital y las amenazas frecuentes de guerras, que van más allá de Basilea III, requieren de nuevos enfoques y herramientas para tratarlos.

Para poner en perspectiva las nuevas tareas de la regulación financiera internacional, recordemos que la fase inicial del acuerdo internacional de capital conocido como Basilea III se lanzó en diciembre de 2010 y correspondió a medidas para fortalecer la capitalización de las entidades. En este sentido, se centró en el numerador de la relación de solvencia, en los requerimientos de capital.

Regulación bancaria de riesgos

La fase dos, que se lanzó en diciembre de 2017, se concentró básicamente en las metodologías de riesgos, en el tratamiento de los activos ponderados por nivel de riesgos y comprendió la revisión del marco de trabajo para el riesgo de crédito, cartera de negociación, riesgo operacional, niveles de apalancamiento, normativa contable, riesgo de liquidez y revelación de información. Para este propósito se trabajó fundamentalmente el denominador del indicador de solvencia.

Ahora las tareas de regulación financiera y gestión de riesgos surgen de los nuevos riesgos “no económicos”.

Estos son transversales a los diferentes tipos de negocios financieros como la intermediación financiera, los seguros, pensiones y mercado de valores, son en gran medida impredecibles, no se dispone de suficiente información para su análisis y tratamiento estadístico, tienen carácter sistémico y las medidas macroprudenciales de Basilea III no parecen suficientes para su control.

Basilea III, fase inicial

Las lecciones aprendidas en la crisis financiera internacional de 2007-2009 llevaron a que en 2010 el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea lanzara el acuerdo internacional conocido como Basilea III, y cuya esencia es el enfoque macroprudencial de supervisión.

Hasta ese momento la supervisión se enfocaba básicamente en las entidades consideradas individualmente. A partir de entonces, se analiza además la evolución del sector financiero como un todo, desde el punto de vista sistémico.

  • (Puede leer: Inflación, ¿se desinfla nuestrobolsillo?) Ahora se estudian las dimensiones temporal y transversal del sector, de cómo es afectado por los ciclos de expansión y contracción económica; y cómo las interrelaciones entre entidades y el mercado en un punto determinado del tiempo afectan la estabilidad sistémica.

Así, surgieron medidas para prevenir esos tipos de riesgos. Los colchones de conservación de capital, los colchones contracíclicos de capital, tratamiento especial a las entidades sistémicamente importantes, indicadores internacionales, estándar de liquidez de corto plazo y estructural, fortalecimiento de la infraestructura del mercado y la negociación de derivados financieros en mercados organizados, entre otras medidas como la creación de organismos macroprudenciales y la protección al consumidor financiero. Esta fase inicial estuvo orientada básicamente a mejorar la suficiencia, la calidad y la transparencia del capital de las entidades.

Basilea III, segunda fase

En diciembre de 2017 el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea publicó el documento “Basel III: Finalización de las reformas poscrisis”.  Estas medidas son complemento de la reforma de 2010, y constituyen la segunda fase de Basilea III: buscan corregir algunas dificultades que se presentaron con la aplicación de la primera fase, como la falta de comparabilidad de indicadores entre bancos y jurisdicciones, la complejidad de algunos modelos de riesgos, la necesidad de mayor transparencia y la conveniencia de estandarizar metodologías de riesgos adoptando preferiblemente los modelos estándar.

El comité ha venido haciendo evaluaciones de la adopción de Basilea III fase inicial y segunda fase y espera que concluyan en 2023.

¿Qué sigue ahora?  ¿Basilea IV?

La pandemia de covid 19 y otros riesgos, ahora más frecuentes, han evidenciado el tipo de problemas con los que el sector tendrá que lidiar cada vez más.

Nos encontramos en un punto especial donde se plantean nuevas tareas para tratar con la realidad de transformación tecnológica (blockchain, aprendizaje automático, internet de las cosas, inteligencia artificial, computación en la nube, ciberseguridad), cambio climático, pandemias y problemas geopolíticos.

Dada la naturaleza disruptiva de estos riesgos la respuesta se ha centrado principalmente en medidas de resiliencia operacional y gestión del riesgo operacional, y en el desarrollo de pruebas de estrés con análisis de escenarios. En el instrumental analítico se utiliza el aprendizaje automático, inteligencia artificial y nuevos métodos estadísticos y matemáticos.

  • (Le recomendamos: La inflación y el sector financiero) En los temas de cambio climático se ha trazado la política de finanzas verdes y el tratamiento de los riesgos de transición y físicos; y en los riesgos derivados de la banca digital, la política de ciberseguridad como un componente esencial de la transformación tecnológica.

Desde el punto de vista de supervisión están los nuevos enfoques de suptech y regtech y la aplicación de inteligencia artificial, aprendizaje automático, big data y otras tecnologías.

Para concluir, estos son los nuevos retos que se plantean y que deben ser abordados.  Y no solo por el sector financiero.

Eduardo Jara Buitrago

Docente maestrías en Mercados Financieros y Bursátiles.